Envenenado, procesado y, ahora, embargado
En mayo del año pasado, el dirigente gremial de Atucha Nestor Damian Straschenco, denunció haber sido envenenado mediante una botella de agua que utilizaba habitualmente en su oficina gremial, con niveles de radiación superiores a los que admiten los protocolos de seguridad para cinco años de exposición, en un caso sin precedentes registrado en el complejo nuclear.
Straschenco, secretario adjunto del Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate, había recibido 132 milisieverts, una unidad que mide dosis radiactivas, en un atentado contra su vida en el interior de la planta que opera la empresa Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA).
Según la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), un trabajador de las centrales atómicas que funcionan en el país (Atucha I, Atucha II y Embalse) no puede...