Sin respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad, los Metrodelegados no descartan una huelga por tiempo indeterminado desde la semana próxima

Los Metrodelegados analizan profundizar las medidas de fuerza ante la falta de respuesta del gobierno porteño. Reclaman la desasbestización de las formaciones y la reducción de la jornada laboral.

Luego de los paros concretados este miércoles en todas las líneas, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) advirtió que la semana próxima podría iniciarse un «paro por tiempo indeterminado» en el servicio, como reacción a la falta de respuesta del gobierno porteño a las demandas que plantea el sector.

El reclamo de los Metrodelegados viene de larga data. Exigen que la empresa Emova y el Gobierno de la Ciudad remuevan las formaciones que en su mecanismo utilizan la sustancia cancerígena asbesto y que se le otorgue a los trabajadores un día más de descanso semanal.

Para esto iniciaron hace semanas medidas de fuerza escalonadas. Pero ante la falta de una mesa de diálogo donde se avance hacia soluciones concretas, «las protestas se van a agudizar la semana que viene», advirtió Néstor Segovia, secretario general adjunto de la AGTSyP.

«Se está planteando la necesidad de un paro por tiempo indeterminado», adelantó el gremialista durante una entrevista por AM 530 en la que cuestionó a la administración de Horacio Rodríguez Larreta por no solucionar el conflicto.

Sin respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad, los Metrodelegados no descartan una huelga por tiempo indeterminado desde la semana próxima

La administración porteña «hace oídos sordos y firman la flexibilización laboral para los trabajadores, sobre todo para los peones. Además, firman las paritarias a la baja», criticó.

Por eso, «lejos de que abandonemos la lucha, esto nos pone más fuertes y la semana que viene vamos a salir con mucha más fuerza», prometió.

La medida que podría dejar nuevamente sin servicio al millón y medio de pasajeros que a diario utiliza el servicio no solo redoblaría la gravedad del conflicto sino que abriría un horizonte incierto del que los propios trabajadores del subte no quedarían exentos.

«Tenemos una gran preocupación», reconoció Segovia y volvió a exigir la apertura de «una mesa de diálogo» con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Emova que, dicho sea de paso, no renueva el plantel de operarios.

«Nos están faltando 200 peones. La empresa, lejos de tomar personal, trata de flexibilizar: arma con 4 o 5 trabajadores una cuadrilla de una línea en la que tiene que haber por lo menos 40, 50. Los hacen recorrer toda la noche. Los tienen como animales, porque no pueden terminar el trabajo», denunció.

En su opinión, la concesionaria hace eso «a propósito» para que «se caiga» el servicio de limpieza que está en sus manos y luego deba recurrir a «una empresa tercerizada» que les abarate los costos incorporando empleados que no dependerían de ella.