
Todos los cañones de la comunicación del gobierno y sus aliados apuntan a la reforma laboral. Con relatos casi idénticos sobre supuestos juicios laborales se viralizaron en redes sociales para justificar la necesidad de una reforma laboral. Usuarios detectaron las coincidencias, marcaron la falta de pruebas y cuestionaron la posible coordinación de mensajes afines al Gobierno.
En los últimos días, dos publicaciones de tono similar y casi idéntico, que relatan supuestos casos de juicios laborales, encendieron la polémica en redes sociales. Los posteos, publicados por una cuenta de fans del periodista Esteban Trebucq (@peladodelatv), otra @indignadoxd y otra del entrevistador Fran Casaretto (@Fran_Casaretto_), despertaron cuestionamientos por su estructura repetida y su claro alineamiento con el discurso oficialista en favor de una reforma laboral.
Los relatos siguen el mismo esquema narrativo: una persona que “apuesta por su sueño”, abre un local comercial, contrata personal «en blanco» y enfrenta luego un juicio laboral por una denuncia de maltrato que, según el posteo, sería falsa. Los montos reclamados judicialmente varían levemente (1,5 y 2 millones de pesos), al igual que los rubros. Sin embargo, las similitudes de redacción, vocabulario y mensaje final son tales que los usuarios en redes sociales comenzaron a sospechar de su autenticidad.
Lo que llama particularmente la atención es que los relatos aparecen como si fueran historias personales o cercanas, pero en el caso de Fran Casaretto, él mismo admitió en los comentarios que “la historia se la contaron”, tras ser cuestionado por la veracidad del hecho y aseguró que las otras cuentas le copiaron su relato. Al quedar expuestas, las otras cuentas eliminaron sus posteos. Fueron los propios usuarios los que identificaron publicaciones similares circulando desde cuentas afines al gobierno, muchas de ellas vinculadas a la estrategia digital de apoyo a las reformas propuestas por la administración de Javier Milei.
La «coordinación narrativa» no es nueva, se ha utilizado por distintos sectores de la política, en campañas de desinformación o propaganda digital en la que se repiten relatos con pequeñas variaciones para generar impacto emocional y sentido común favorable a una causa, en este caso, la flexibilización de leyes laborales.
El discurso es claro: los juicios laborales estarían «destruyendo a las pymes», y por eso sería necesaria una «reforma laboral seria, moderna y justa» que vaya en detrimento de los derechos laborales. Pero más allá de la postura ideológica, lo que se discute en redes es la veracidad de los casos relatados y el uso de perfiles con amplia visibilidad para amplificar estos mensajes sin aportar evidencia verificable.