
Miguel Bustinduy supo ser un dirigente importante de la UTA hasta que decidió enfrentar a Roberto Fernández. Fue protagonista de la mediática y violenta toma del gremio, por la que irá a juicio oral. Tras perder los últimos comicios promocionó una desafiliación masiva y la afiliación en la UCRA, con la que busca competir por la representación del sector. Está ligado hace más de 40 años al Grupo DOTA.
Miguel Bustinduy es un chofer y dirigente con más de 40 años de experiencia en el volante de colectivos urbanos. Trabajó en Corrientes y en Buenos Aires, donde se hizo un lugar como chofer de la línea 28, casualmente. o no, se trata de la línea que inició el interminable crecimiento del todopoderoso Grupo DOTA.
Fue elegido como delegado gremial en 1991 y en 1995 comenzó a ser parte del Consejo Directivo de la UTA. En ese momento, Juan Manuel «Bocha» Palacios era el secretario general del gremio. En esa década se formó y participó activamente del denominado Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), recordado espacio opositor al menemismo y a la conducción de la CGT oficialista.
Dentro de la UTA llegó a ser Secretario de Organización, cargo que le daba relación directa con todos los cuerpos de delegados de todas las líneas de colectivos. Ese lugar lo hizo pensar que podía desbancar a Roberto Fernández, el actual secretario general de la UTA. Para ello, Bustinduy renunció al Consejo Directivo pero no logró quedar como número 1 de la organización por no cumplir con los requisitos de un estatuto que es de los más exigentes en materia de imposiciones a los opositores.
Para mostrar su fuerza como alternativa, Bustinduy encabezó una medida de fuerza a la que definió como «contundente» el 30 de abril de 2019. Liderando la agrupación denominada «Juan Manuel Palacios», en honor al exsecretario general de UTA. Desde entonces buscó ganar peso específico en las provincias que lo catapulten a nivel nacional.
Poco después encabezó la cinematográfica toma de la sede nacional de UTA. Copó la sede central del gremio y generó destrozos, cuyas reparaciones costaron millones de pesos. La causa que investiga esos hechos se encamina al juicio oral. Ese día, Fernández se escapó de su despacho del quinto piso por una puerta de emergencia y se refugió en el techo de una casona de la calle Moreno. Asegura que lo querían matar.

Luego, en unos comicios, Bustinduy ganó cinco seccionales clave: Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Santiago del Estero y Mar del Plata. Sin embargo Fernández se quedó con el control de todas formas por un tema estatutario.
Tanto Fernández como diversas fuentes del sector distinguen al Grupo empresario DOTA como uno de los impulsores de Bustinduy.
Tras las frustraciones para controlar la UTA Bustinduy promocionó una desafiliación masiva y la afiliación a la UCRA, gremio que busca competir con el de Fernández. Hoy es el secretario General Adjunto de la UCRA.
Con esa estrategia le comió más de 5000 afiliados a la UTA y se quedó con el virtual control de todo lo que ocurre en el oligopolio DOTA, con excepción del cuerpo de delegados de la Línea 60. Este martes decidió trabajar en medio del paro dispuesto por Fernández y expuso su debilidad en la zona metropolitana y la escasez de recursos de los choferes hoy para pelear sus ingresos.