Pasacalles confirman el romance macri-moyanista

El coqueteo de Hugo Moyano con el PRO suma un nuevo capítulo, en lo que ya es una serie de eventos que aceleran una innegable relación a la cual le falta la consumación. En esta ocasión se trató de cientos de afiches y volantes del PRO repartidos por todos los alrededores del estadio del “rojo” más imponentes pasacalles amarillos que cruzaban de vereda a vereda en los accesos al club, con el nombre de Macri y de los dirigentes Daniel García, Gladys González y Laura Garibaldi.

No es secreto que Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura porteña y dirigente de peso en la estructura del PRO, es una figura decisiva en al menos algunos aspectos de los vínculos clave entre el sindicalista y el Jefe de Gobierno que se sellaron con el acuerdo electoral por Independiente.

Ritondo asumió como primer vocal titular de la Comisión Directiva del club de Avellaneda y facilitó el acuerdo económico que logró Independiente en la gestión del camionero: el sponsor del Banco Ciudad.

Además, y como ya fuera señalado por este portal, se concretó un “pase millonario” pero de ningún jugador, sino de los fondos del poderoso sindicato de camioneros del Banco Provincia al Banco Ciudad. Fondos que se calculan en 500 millones de pesos.

Estos días se sumó un nuevo de la relación, tal como se aprecia en nota del día de InfoGremiales (ver “Más gestos del moyanismo al PRO”). El secretario general de Panaderos, Abel Frutos, se reunió con el jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta y con Ezequiel Sabor, subsecretario de Trabajo de la ciudad, con el propósito de firmar un acuerdo para que los afiliados al gremio tengan la oportunidad de culminar los estudios secundarios. El moyanista afirmó: “Mantenemos una excelente relación con Mauricio Macri y con Horacio Rodríguez Larreta”.

Días atrás dirigentes del PRO y del moyanismo se habían mostrado en actividades conjuntas que parecían más armadas para sacarse la foto que para gestionar. Será la primavera que los tiene románticos.