Antes del Congreso que definirá su nueva conducción, la CGT se reúne para dirimir posturas entre quienes promueven una jefatura unipersonal y los que buscan mantener el triunvirato. Sergio Palazzo llamó a conformar una dirección combativa que enfrente la reforma laboral impulsada por el Gobierno, mientras el sector más relativo a la «mesa chica» apuesta a preservar la unidad y el diálogo institucional con otro triunvirato.
Este miércoles a partir de las 9:30, la Confederación General del Trabajo (CGT) iniciará el proceso de renovación de su cúpula en un Congreso que se realizará en el estadio de Obras Sanitarias. La jornada estará marcada por fuertes tensiones internas y por el debate sobre el rumbo político y sindical que deberá asumir la central ante la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei.
En la antesala del encuentro, el dirigente bancario y diputado nacional por Unión por la Patria, Sergio Palazzo, expresó en Futurock su respaldo a la idea de una conducción unipersonal y su postura combativa frente al oficialismo. “Nosotros somos afines a que haya un solo secretario general. El triunvirato fue una transición. En caso de una votación, vamos a votar por el unicato”, afirmó.
El debate principal enfrenta a dos sectores: el ala más dialoguista, que busca mantener el actual esquema de tres secretarios generales, y el sector más combativo, que propone unificar la conducción bajo una sola figura.
Desde el sector moderado, en tanto, fuentes sindicales insisten en priorizar la cohesión interna: “Estamos en plena negociación para que podamos tener un proceso de unidad y fortaleza en la CGT”. En esa línea, varios de los históricos dirigentes dieron su aval a mantener la conducción tripartita, descartando otra propuesta de postergar la renovación de autoridades.

La discusión sobre la reforma laboral y previsional que impulsa el Gobierno es el eje que atraviesa todas las negociaciones. Tanto los dialoguistas como los sectores duros coinciden en rechazar cualquier intento de retroceso en derechos laborales, aunque difieren en la estrategia para hacerlo.
El proyecto que anda circulando apunta a limitar la “ultraactividad” de los convenios colectivos, que permite mantener su vigencia hasta la firma de uno nuev, y a reemplazar los acuerdos por rama por negociaciones empresa por empresa, lo que debilitaría la capacidad de los gremios.
Palazzo calificó esta iniciativa como “una regresión laboral” y remarcó que “todos los trabajadores tienen que tener un piso mínimo de derechos”. También hizo una autocrítica hacia el accionar de la CGT en los últimos años: “La central se debe un debate muy claro sobre por qué nuestro electorado no está siendo representado. No estuvimos a la altura de las circunstancias en el último gobierno y la sociedad todavía lo tiene muy presente”.
El dirigente bancario fue contundente sobre el futuro de la organización: “Aspiro a que definamos una conducción que tenga como principal premisa confrontar con Milei. No me convocaron para otra cosa”.




