Metrodelegados cerraron paritarias y sumaron una licencia por violencia de género

En la jornada de ayer la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) suscribió las paritarias anuales de la actividad. Los Metrodelegados, estrenando personería gremial luego de haberle ganado la compulsa de afiliados a la UTA a fines de 2015, acordaron con el SBASE y Metrovías una recomposición salarial del 32%, retroactiva a marzo. El incremento se pagará en un sólo tramo sobre todos los ítems remunerativos.

Con los nuevos montos que conformaran los haberes, la categoría inicial (7) de los empleados de los subterráneos rondará los 20 mil pesos en bruto, convirtiéndose en una de las actividades con el mejor piso salarial.

Sin embargo, el hecho distintivo del acuerdo paritario lo componen dos clausulas no salariales, algo que no suele ser común en estos tiempos de vacas flacas y menos en el sector privado. Sucede que en el acta-acuerdo se incorporaron 10 días de licencia por hijo enfermo que podrán tomarse tanto padres como madres, un hecho que mayormente está circunscrito en los convenios sólo para las trabajadoras.

Además, luego de alguna resistencia inicial por parte de SBASE y Metrovías, en la semana de Ni Una Menos sumaron una licencia especial por violencia de género. Esta nueva licencia permite que quienes padecen esa situación puedan tener 10 días disponibles para encarar soluciones a la problemática.

En la actualidad, las trabajadoras que sufren violencia de género deben recurrir a vías alternativas para justificar el ausentismo laboral. La falta de previsión normativa respecto de la violencia de género implicaba un vacío legal que no permitía visualizar el flagelo social y además sumaba vulnerabilidad laboral a una realidad personal angustiante.

Los Metrodelegados consiguen, entonces, ser pioneros en el sector privados en la aprobación de una licencia específica para esta problemática, que ahora se podrá dejar de disfrazar y, a la vez, se garantiza la estabilidad laboral a quien la padece.

Hasta el momento todas las iniciativas y logros gremiales para encarar una red de contención desde lo laboral, se habían conseguido en el ámbito del empleo público. En el sector privado todavía queda mucho terreno por recorrer.