Lugones apura el plan libertario de destrucción del sistema solidario de salud pero tambalea por las sospechas que recaen sobre sus funcionarios

La estrategia se impone a través de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y la supervisa el propio Ministro. Consiste en repartir «la crema» del negocio a privados y vaciar las obras sociales. Diferentes jugadores apuntan a funcionarios libertarios y se habla de «tarifas» para la gestión de trámites clave. ¿El fin de lo público?

El protagonismo tomado por el propio Ministro de Salud, Mario Lugones, que aceleró en toda su área con políticas de confrontación como ocurre en hospital Garraham o, desde lo institucional, al hacer público el alineamiento con funcionarios de EEUU para delinear las nuevas políticas sanitarias libertarias en carpeta, llegó a la vida de las obras sociales. Un universo todavía en ebullición luego de la serie de intervenciones definidas por el Gobierno.

Es que el esquema de Lugones para las obras sociales sindicales implica la profundización de la tan promocionada desregulación, la asfixia a los gremios, el traspaso de la «crema» del negocio a privados y dejar a los de bajos con prestaciones mínimas. Esto estaría en sintonía con el objetivo último e ideológico de dar un paso más en la destrucción del sistema solidario de salud.

En este último tramo es donde aparecen las sospechas que recaen, estrictamente, sobre funcionarios de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), que dirige el administrador de empresas y ex OSDE Gabriel Oriolo, un área especialmente sensible para el sector y sobre la que siempre se montan una serie de suspicacias.

Operativamente, para poder «gestionar» el movimiento de afiliados, el Gobierno creó el Registro Nacional de Agentes del Seguro de Salud (RNAS) es un registro donde se inscriben las Obras Sociales Nacionales y otros agentes del Sistema Nacional del Seguro de Salud. Se trata de una herramienta que reemplazó el anteriormente conocido como Registro Nacional de Obras Sociales (RNOS). Allí es donde aparecen las sospechas.

Las acusaciones recurrentes, de los privados en este caso, apuntarían a un «círculo de Hierro» con la potestad para repartir los beneficios entre los diferentes jugadores, para contener crisis y para apretar díscolos. Es más, se habla de «tarifas» que estarían dolarizadas por cada gestión. Fuentes mencionan cifras de llegarían a los 200 mil dólares. Montos altísimos para obtener el número de registro.

El lugar central en todos los relatos lo ocupa Claudio Stivelman, el Gerente General de la SSS y un nuevo actor, su propio hijo, Sergio, quien se encontraba cumpliendo funciones de asesor bajo la cartera de Lugones. Vale recordar que Stivelman tuvo que renunciar formalmente como Director Médico de Modum Salud para asumir.

Las otras dos patas que completarían el círculo serían Miguel Angel Domina Gerente de Prestaciones de la Super y Juan José Picón, valorado por el rol estratégico con su empresa de software SAAS. En todos los casos aparecen complejidades por personas que se encuentran en los dos lados del mostrador, es decir funcionarios y empresarios prestadores de la actividad.

Lugones apura el plan libertario de destrucción del sistema solidario de salud pero tambalea por las sospechas que recaen sobre sus funcionarios

Un caso que resonó internamente fue la intervención en la Obra Social del Turf. Sorpresivamente se activó bajo las órdenes de Stivelman. El beneficiado: Modum, bajo el mando de Luciano Castello.

En este agitado contexto, en las últimas jornadas trascendió que el asunto habría llegado a la Justicia Federal bajo la figura de arrepentidos, se estaría investigando un posible «enriquecimiento ilícito de los involucrados» y que la causa salpicaría al propio Lugones. Podría sumarse a la denuncia de «Lilita» Carrio por “abandono de personas” por el Hospital Garraham que ya tiene el Ministro.

Mientras tanto gordos de la CGT, -que siempre aspiraron a quedarse con una masa de la población de afiliados de las obras sociales medianas y chicas del sistema- apoyaron el régimen de traspaso mileista desde las sombras. Esto explicó el silencio frente a las medidas libertarias. Sin embargo no consiguieron el objetivo. Es más, ahora el gobierno los puso en la mira de las intervenciones y hasta amenaza con el posible inicio de causas penales. Un punto de presión adicional para «moderar» los pedidos de aumentos de los salarios de las paritarias de las bases de estos sindicatos.

En concreto, Lugones utiliza los engranajes de la superintendencia como el brazo ejecutor para exterminar el sistema a través del poder de policía que detenta. No sólo con las intervenciones, sino con el despliegue de una batería de reglamentaciones para «perseguir» obras sociales sindicales.

De fondo, los libertarios apuntan a cambiar los sistemas solidarios y públicos de salud como es el caso de los Hospitales Posadas o Garraham. El objetivo, a imagen y semejanza de los Estados Unidos es ir hacia un esquema que sea totalmente privado. “El gobierno va directo y al hueso de  querer imponer el sistema Medicare de EEUU, y lo peor es que no lo niega. Esto es terrible porque  es cambiar nuestra matriz. Lisa y llanamente. sin seguro médico en el país de Trump, te morís  o te quedas endeudado de por vida”, deslizó una fuente cercana a la Súper.