La vigencia de los retazos

Por Alejandro “el Gitano” Ulloa para InfoGremiales

El aniversario del 17 O mostró en cámara lenta la crisis del frente gubernamental con tres actos en tres días distintos, con consignas diferenciadas y lugares de convocatoria que alternan el disciplinamiento, el reclamo, y la autoafirmación. Menos grave fue la dispersión federal del recordatorio, un variopinto y colorido conjunto de retazos de telas diversas que arman una colcha de abuela que podría aun dar calor de pueblo si se lo propusiera.

La propietaria del fragmento mayor del peronismo tuvo que saltar al ruedo para disciplinar la tropa militante en un evento realizado tras las variadas excusas presidenciales, de alcaldes y gobernadores súbitamente edípicos con sus madres con tal de evitar la unidad y ceder protagonismo: “Le pese a quien le pese el peronismo sigue hoy más vigente que nunca. ¿Saben por qué? Porque esa propuesta de incorporar a los trabajadores al sistema de decisión de la política nacional sigue hoy más vigente que nunca”, buscó instalar Cristina con su relato del acto en la ex Esma con militantes de La Cámpora donde puso el centro del debate en la propuesta electoral de liquidar las indemnizaciones por despido y la estabilidad laboral. Sin embargo, vigencia no equivale a potencia.

Hebe, siempre Hebe, había convocado con suficiente antelación a un acto de Madres de Plaza de Mayo explicitando su postura en el debate sobre el no pago de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El acto fue anunciado desde los parlantes como “del Día de la Lealtad y contra el pago al Fondo Monetario Internacional”. Al hacer uso de la palabra, Bonafini advirtió al Presidente: “Le quiero decir que este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda. Hoy empezamos”. Un apoyo condicionado y un pedido urgente surgió de su discurso

En la misma línea, el preso político Amado Boudou fue duro y explícito: “que no nos hagan creer que los problemas de la economía son los derechos de nuestros trabajadores; cada vez que se intentó bajarle los derechos a los trabajadores hubo menos empleos que antes”. La presencia del ex vicepresidente en el palco le dio espesor político a un acto donde varios dirigentes de segunda y tercera línea se daban un bautismo de aprobación electoral caminando tranquilamente entre sus fans.

La convocatoria de Madres sirvió de imán a mucha gente que fue por su cuenta y a distintos horarios con gran rotación de personas por la plaza y sus alrededores: familias, personas variadas edades, con banderas y carteles sobre cartulinas o portando ingeniosos artefactos para visibilizar reclamos y consignas: “No al pago de la deuda”, “Milagro debe quedar en libertad”, “Alberto, poné huevos y dale DNU al país”. “Volver a Perón”, “Cristina, agitala”, “Fuera la Corte corrupta”, “Basta de inflación” y muchas ideas dispersas y de caligrafía desprolija con marcadores y pinceles.

Se cuenta que cuando los otomanos estaban a punto de quebrar la resistencia de Constantinopla, los sabios del imperio bizantino que había sucedido a la Roma imperial, en lugar de ocuparse en defenderse de sus enemigos, perdían el tiempo discutiendo acerca del sexo de los angelitos. Alberto Fernández dio a conocer a través de las redes sociales que su hijo por venir será varón. Los temas poco prácticos son una especialidad de la publicidad presidencial, sobre todo cuando el frente que sostiene su gobierno hace agua por todos los rincones.

Habiendo sido ninguneadas desde las cúpulas gremiales, las mujeres sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), el Frente Sindical (Fresimona)y las CTAs se movilizaron el sábado “desde el kilómetro Cero del peronismo en Berisso. Tuvieron consignas vinculadas al Día de la Lealtad y sobre la elección de la nueva cúpula cegetista. “Peleamos juntas contra el neoliberalismo y hoy seguimos construyendo una agenda común. Las mujeres sindicalistas sabemos que “es con nosotras”. Otro fragmento del acolchado de retazos, tal vez el más dinámico, jugó sus cartas.

En un apresuramiento digno de mejor causa, esta vez Martín Guzmán fue supervisado en su agenda por Juan Manzur, quien voló a Nueva York de urgencia a semanas de ejercer como jefe de Gabinete: su vuelo recordó a peronistas nostálgicos las profusas consultas que hacían durante el menemismo en los países centrales. Ambos se reunieron con hombres de negocios que manifestaron dudas sobre la el impacto de la dinámica interna del Frente de Todos en la evolución de la economía. El Tesoro yanqui no mueve su amperímetro por minucias de su patio trasero: los pedidos de clemencia para cambiar plazos o intereses de la deuda argentina no llegan al bolsillo ni al corazón de quienes cortan el bacalao ni siquiera con las oraciones de Francisco.

Se juega en varios frentes. La convocatoria de la CGT excluyó a la militancia peronista y a las otras centrales obreras que también integran el Frente de Todos. La CTA recaló en el acto del 17 en la Plaza donde unas pocas organizaciones sindicales afines a los organismos de DDHH como ATE Capital de Daniel Catalano y el Suteba de Robi Baradel ya habían cobijado el llamamiento de las Madres, junto a los Curtidores de Walter Correa. El diputado Hugo Yasky dijo que “El 17 fue un verdadero acto de rebeldía argentina y nos parecía que teníamos que recuperar la Plaza el 17”. La CTA de los Trabajadores “acompañó” a Hebe, sin mayores precisiones programáticas.

Un desaguisado institucional

Sopapeado por la pobre cosecha de votos, el FdT quedó apresado en sus contradicciones sobre cómo afrontar la herencia de MM, puntualmente los u$s 44.000 millones sujetos a un pagadiós como solo los poderosos impunes al uso de Galtieri o Macri pueden soñar que los imperios centrales fueran a aceptar. La coalición de gobierno armó una mesa chica de diálogo por fuera de toda institución. La rosca oscurantista por fuera de la vista pública y el control parlamentario parece ser una salida desesperada, y lo es. La coalición de gobierno ya reemplazó a la Mesa de Enlace, se cayó el Consejo Económico y Social y ahora las entidades empresarias representan apenas un trazo grueso de su integración de base.

Mindlin, Madanes, Mercado Libre, Sancor Seguros, Eurnekian, De Narváez (“Alika Alikate” redivivo como dueño de WalMart) y otros. Todos pesos pesados de la burguesía argentina. Enfrente, Alberto presentó la heterogeneidad del FdT con Massa, De Pedro, Máximo, sin mujeres a la vista. Bancos, litio, petróleo y gas, en los objetivos y los balances de los presentes. No estaban Pagani, el de Arcor, ni Paolo Rocca o Héctor Magnetto, la línea dura patronal que agita el capitalismo salvaje desde las tribunas que le ofrece la Unión Industrial Argentina comandada por Daniel Funes de Rioja y da pantalla mediática al golpismo solapado de los halcones del PRO desde el Grupo Clarín.

Muchos empresarios evalúan que la colaboración con un gobierno débil es más bien un pacto de supervivencia, y reclaman a la vicepresidenta mensajes claros sobre el entendimiento con el Fondo. Alberto Fernández, quien tiró una soga en el hiperespacio hacia la oposición sobre la necesidad de un acuerdo nacional es un político de consensos. “Demasiado tibio” consideran algunos.

Roberto Feletti negocia a contrarreloj los precios de la mayonesa en góndolas con la cámara alimentaria Copal, y Funes de Rioja dilata respuestas para la tregua de precios de productos de primera necesidad esperando el úkase de Paolo, que ya sacó la patente de corso después de atravesar la acusación de los “cuadernos” sin mácula. El empresariado intenta establecer un canje de yerba y aceite a cambio de la precariedad de hecho en la legislación laboral: “No es el momento”, dice Alberto, dejando una ventana abierta al futuro que pone nubarrones a la legislación constitucional. Hubo acuerdo en convocar al sindicalismo para discutir el pasaje a la dimensión negrera del trabajo. El desborde inflacionario, con aumentos de precios especialmente en los artículos de primera necesidad, constituye la prenda de toque del resultado electoral de noviembre.

Según el periodista Diego Genoud de ElDiario.ar “Otra vez, el criterio pasa por dirigentes de peso específico y no por representantes de organizaciones. De ser así, a Héctor Daer tendrán que acompañarlo no solo el ultraflexible Gerardo Martinez sino también Hugo Moyano ‑interlocutor quincenal de De Narváez en Walmart‑, las dos corrientes de la CTA y Luis Barrionuevo, que el viernes recibió al Presidente en la sede de su sindicato con cara de póker.”

Oficialismo a todo sapo

La CGT realizó el lunes otro acto por el Día de la Lealtad, esta vez sin oradores, en el que se leyó un documento común. Fue un multitudinario acto casi oficialista con escasas críticas: el escrito consensuado que fue dado a conocer no tuvo menciones directas al presidente y optó por señalar generalidades del común.

Los principales líderes se reunieron en las cercanías del Monumento al Trabajador. Según la Agencia Télam, Héctor Daer y Carlos Acuña estuvieron junto a la tropa de la cúpula oficial y el camionero Hugo Moyano con sus gremios afines. La competencia de estandartes y asistentes la empardaron el espectacular y contundente despliegue de Camioneros y la disciplinada columna fluorescente de la UOCRA, seguidos por vistosas columnas de Sanidad, mecánicos del SMATA, Bancarios, metalúrgicos de la UOM y entre muchos otros gremios, con el destaque de las organizaciones sociales, unificadas bajo las banderas de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular).

Ricardo Pignanelli, al frente de la columna del Smata junto con su adjunto y hombre fuerte del gremio, Mario Manrique, sostuvo que el 17 de Octubre fue “una fecha bisagra, porque dejó atrás un pasado infame de la Argentina para abrir la esperanza de paz y trabajo para todos. Los trabajadores salieron otra vez hoy a la calle para defender al Gobierno popular y mantener bien altas las banderas de justicia social, independencia económica y soberanía política, que son tan necesarias y están tan presentes”.

La CGT reclamó en su documento “un compromiso de responsabilidad social empresaria que le cabe a los sectores de mayor concentración económica” y “la reconstrucción de un Estado presente, regulador de la economía y promotor del desarrollo”: Hugo Moyano le puso picante al comentario en varias radios y agregó que la concentración convocada por la CGT “también tiene que ver con el resultado” de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 12 de septiembre. “Estoy convencido de que ese resultado fue un llamadito de atención y que todos todos nos pusimos a trabajar para revertirlo. Ningún trabajador va a votar a alguien que le va a quitar derechos. A los señores de la oposición lo único que les interesa es quitar derechos a los trabajadores”, advirtió el dirigente de Camioneros.

Por su parte, Héctor Daer alertó que la propuesta de JxC de modificar leyes que regulan las relaciones laborales no busca sólo “eliminar la indemnización” sino que también implica “eliminar los convenios colectivos y la fortaleza sindical”.

“La Argentina y nuestro gobierno afrontan una instancia decisiva para superar la crisis económica y social heredada y agravada dramáticamente por los efectos de la pandemia. La CGT es la reserva desde donde el Movimiento Nacional puede reconstruir el tejido social y fortalecer la política como herramienta transformadora. Llegó la etapa de poner en marcha políticas que sienten las bases de la transformación económica y social de nuestro país. Es tiempo de Justicia Social, compromiso irrenunciable y militante del Movimiento obrero argentino”. Bueno. Es un documento generalista, casi nadie los lee.

Poliquetos, equinodermos y anfibios

La metamorfosis es la transformación que experimentan determinados animales en su desarrollo biológico y que afecta no solo a su forma sino también a sus funciones y su modo de vida. El huevo de la rana se forma por fecundación externa en el agua. Luego, se desarrolla el embrión, y más tarde nace el renacuajo. Cuando termina el proceso de desaparición de la cola, se convierte en una rana joven. O en un sapo.

Podemos describir la metamorfosis como el cambio o transformación de una cosa en otra, especialmente el que es sorprendente o extraordinario y afecta a la fortuna, el carácter o el estado de una persona.

El dicho dice lo que dice. Y se entiende de qué hablamos. Aunque parece que su origen es menos literal y más teológico. En la antigüedad el sapo era considerado la representación animal del demonio. Y, por tanto, “tragarse un sapo” significaba que Lucifer se introducía en nuestro propio cuerpo. Que cada uno lo entienda como mejor le sirva.

El artista plástico Daniel Santoro realizó un análisis geográfico y costumbrista del lugar donde confluyeron las columnas cegetistas el 18 O “Esta obra se llama El Canto al trabajo, del escultor Rogelio Yrurtia y ya cumplió cien años. Plasma la pedagogía de que los trabajadores van a ser esclavos. Lo que dice es: “ustedes no merecen nada. Lo que tienen que hacer –como esos chicos de cinco o seis años que están adelante del monumento‑ es aprender a sufrir y a padecer.

Hablando del 17 O Santoro explica su mirada: “Esos chiquitos que aparecen trabajando quizá sean los que luego pusieron las patas en la fuente en el 45. Lo hicieron para reivindicarse de la imagen de un escultor que concebía el trabajo como castigo divino. El pan que hay que ganar con el sudor de la frente es símbolo del sacrificio. El peronismo nunca va por el pan porque siempre tiene que haber un plus de goce. Y el pan con plus de goce es el choripán o el pan dulce. En el peronismo siempre hay grasas saturadas o azúcares.”

Peronistas del común o no peronistas que caminan junto al gobierno, tal vez valga la pena considerar su punto de vista.

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