La UTT reclamó al Gobierno que «anule» la incorporación de Aracre porque consideran que su designación muestra que la Casa Rosada «cede ante los intereses de unos pocos»

La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) reclamó al Gobierno que «anule» la incorporación de Antonio Aracre como jefe de asesores presidenciales, ya que consideró que la designación del ex CEO de Syngenta muestra que la Casa Rosada «cede ante los intereses de unos pocos» y marcaron que su entrada indicaría la incorporación del «agronegocio al poder».

«Repudiamos esta designación, entendiendo que traerá graves consecuencias para el país, especialmente para nuestro campo, el que día a día le garantiza el plato de comida al pueblo, ya que Aracre deberá asesorar al Presidente (Alberto Fernández) en temas cruciales sobre los cuales tiene evidente conflicto de interés: regulación de los agrotóxicos, privatización de semillas, ley de acceso a la tierra, derecho a la alimentación», sostuvo la organización.

A través de un comunicado, la entidad liderada por Nahuel Levaggi criticó la decisión del mandatario de sumar a su equipo de trabajo al ex CEO de Syngenta, quien asumirá formalmente su cargo el próximo 1º de febrero: «Exigimos que se anule esta decisión y que se revierta el camino que se está tomando hacia un gobierno corporativo, que cede ante los intereses de unos pocos y funciona como puerta giratoria para los CEOs de las grandes empresas».

La UTT afirmó que el sector del «campo que alimenta y no especula» continúa a la espera de «políticas públicas que permitan avanzar hacia la soberanía alimentaria y la justicia social».

Para la organización, la decisión de sumar a Aracre al Gobierno significa «el agronegocio al poder»: «Es un claro gesto a favor del agronegocio extractivista y en línea con las peores políticas neoliberales, que tanto daño le han hecho a nuestro país».

Y agregó: «En este rol estratégico, el ex CEO tendrá vía libre para poner en la agenda oficial las necesidades del sector que representa, el extractivista especulador; la multinacional Syngenta, en la que trabajó durante 37 años, es la mayor fabricante de transgénicos y agrotóxicos del mundo, y en Argentina obtiene ganancias exorbitantes gracias a la venta de venenos para el agro, principalmente los peligrosos biocidas atrazina, paraquat y glifosato».