Garbarino en crisis: salarios adeudados, cierre de sucursales y un conflicto irresuelto con Moyano

Carlos Rosales compró Garbarino hace 9 meses. Prometió sacarla de la crisis, pero la situación volvió a complicarse. Hay deudas salariales y sucursales que ya avisaron su cierre. Además está sin resolver el conflicto con Moyano por el pago de las indemnizaciones a los 180 operarios del centro de distribución que el Grupo tiene en La Tablada.

La empresa líder en el sector de ventas de electrodomésticos, Garbarino, vuelve a atravesar momentos de incertidumbre. Es que la promesa de estabilidad con la que llegó Carlos Rosales quedó en la nada.

A 9 meses del cambio de manos y del desembarco de Rosales en el marco de una operación que dejó algunas dudas, hay salarios impagos, suspensiones, el anuncio de cierre de un puñado de sucursales y un conflicto irresuelto con el gremio de Camioneros en el centro de distribución de La tablada.

Rosales es un joven empresario, también dirigente de San Lorenzo de Almagro, que ya había intentado quedarse con Ámbito Financiero en el pasado cercano.

En las últimas jornadas se conoció la intención de Garbarino de cerrar algunas sucursales en Mendoza y en Córdoba. Nadie tiene certezas si esa tendencia se consolidará.

La firma tiene unas 200 sucursales en todo el país y unos 4200 empleados que en pandemia recibieron la ayuda estatal, a través del programa ATP, para el pago de salarios.

Pero eso no es todo. Es que Rosales mantiene también un conflicto abierto con Hugo Moyano por los operarios que el camionero representa en el centro de distribución de La tablada. Allí le reclaman un bono de 100 mil pesos por cada trabajador como compensación por el cambio de firma.

El diferendo es similar al que mantiene Camioneros con Walmart, que por estas horas está en conciliación obligatoria. El gremio pide un resarcimiento, en concepto de indemnización, por la venta. Además reclama la continuidad laboral en las mismas condiciones.

Para completar el cuadro, Rosales abrió un foco de conflicto en el grupo de medios que compró. Allí también anunció un plan de despidos y suspensiones y los trabajadores de Radio Continental AM 590 y FM 105.5 –Los 40-, Urbana Play FM 104,3 y varias emisoras del interior se declararon el estado de alerta y asamblea permanente.