La constructora Maggiora despidió a 35 empleados por la paralización de la obra pública, una textil local confirmó más de diez cesantías. La ministra de Trabajo provincial, Miriam Espinosa, atribuyó la situación a la falta de actividad en dos de los sectores más importantes de la economía riojana.
La parálisis de la obra pública y la crisis del sector textil vuelven a golpear con fuerza el empleo formal en la provincia de La Rioja. Este lunes se confirmó la desvinculación de 35 operarios de la empresa Maggiora, una de las constructoras con mayor trayectoria en la región, mientras que una firma textil local también oficializó más de diez cesantías, profundizando la preocupación por la situación laboral provincial.
La ministra de Trabajo provincial, Miriam Espinosa, confirmó los despidos y atribuyó la medida a la falta de actividad en el rubro de la construcción:
“La empresa decidió desvincular a 35 trabajadores por lo que viene pasando, la paralización de la obra pública, que está haciendo estragos en todas las empresas”, explicó la funcionaria.
Espinosa destacó además que Maggiora “es una empresa importante y de muchos años de trayectoria en la provincia”, y señaló que “la falta de trabajo fue el motivo que llevó a tomar esta decisión”.
El impacto no sorprende a los gremios: el parate de la obra pública ha dejado miles de puestos inactivos, tanto directos como indirectos, en un sector que depende en gran medida del financiamiento estatal.

Al mismo tiempo, la industria textil, uno de los pilares del empleo industrial riojano, atraviesa una prolongada recesión. Las empresas del rubro vienen aplicando suspensiones y retiros voluntarios forzados, ante la caída del consumo y la reducción de pedidos desde Buenos Aires.
“Tenemos diálogo con todos los sectores, principalmente con los sindicatos”, aseguró Espinosa, aunque evitó adelantar medidas de contención específicas frente a los nuevos despidos.
La doble noticia afecta de lleno a los dos sectores que históricamente actuaron como motores del empleo formal en La Rioja. La persistencia del parate y la contracción de la demanda nacional colocan a la provincia ante un escenario de mayor conflictividad laboral y riesgo de nuevas desvinculaciones si no se revierten las condiciones de actividad a nivel nacional en el corto plazo.
El uso de la capacidad instalada en el sector textil bajó del 59,1% en noviembre de 2023 al 41,5% en octubre de este año, según el INDEC. En La Rioja ya se registraron más de 400 despidos y numerosas suspensiones en el último año y medio.




