Delegado de COTO denunció que lo golpearon por reclamar mejores condiciones de trabajo y que llenaron la tienda de «matones»

Se trata de un delegado de la cadena de Supermercados COTO de Zona Oeste. Pidió una inspección de seguridad e higiene en la tienda. Lo golpearon y se fueron. Anteriormente «matones» de la empresa le impidieron hacer asambleas con amenazas.

Con un video que difundió a través de las redes sociales para informar de su estado de sus compañeros, un delegado de COTO contó que fue golpeado por reclamar mejores condiciones de trabajo.

«Hace algunos meses estoy reclamando que pongan un montacarga o una cinta porque tenemos una cámara en el primer piso. Muchas veces hablé de eso con los directivos de la empresa y los gerentes porque no tenemos seguridad para poder trabajar», contó el delegado.

«A causa de todo esto empecé a hacer reclamos a la empresa«, agregó. También especificó que «tenemos muy poca gente y por eso las tareas se multiplican» y eso implica flexibilizar las tareas.

Además remarcó que en estas semanas de restricción por Covid-19 COTO amplió los horarios de atención al público pero con la misma dotación de personal: «Tenemos que hacer multifunción y multitareas».

Para auditar esas cuestiones, con su facultad de delegado, pidió una inspección. «El lunes envío un telegrama para hacer una inspección de Seguridad e Higiene. Y el martes me pasó esto. Estaba mandando mensaje pidiendo turnos para mis compañeros para asistirlos por la obra social y una persona vino y me propinó varias trompadas», relató.

«Pensé que me estaban robando. Pero la persona que me golpeó se subió a una camioneta roja y se fue», especificó.

«Me estuvieron esperando y cuando me vieron me vinieron a pegar. Eso fue lo que me pasó», añadió el delegado.

«Veces anteriores había tenido problemas porque yo quería hacer asambleas y la empresa no me dejó. Trajo unos matones que me amenazaron. Me dijeron que no se podía hacer asambleas porque COTO no se maneja así». recordó

Y reseñó que la situación se repitió esta misma semana: «Cuando hablé el sábado con la jefa para decirle que no podíamos abrir el domingo todo el día porque no teníamos gente volvieron a traer los matones».