Defienden el Molino Osiris

Ayer los trabajadores del Molino Osiris realizaron un acto en la puerta de la planta para visibilizar el conflicto que sostienen hace cuatro meses. En ese momento el Molino cerró intempestivamente y sus dueños desaparecieron sin previas explicaciones.

Los 30 trabajadores empleados en lo que es el último molino de la Ciudad de Buenos Aires, desde entonces ocupan la fábrica para proteger sus fuentes de trabajo con el apoyo del gremio de molineros. Consideran que lo que les ocurrió no es ni más ni menos que un fraude laboral.

En una primera instancia exigieron que se les pague lo que les corresponde por ley en la situaciones de despidos. Sin embargo, y ante la falta de respuestas, ahora buscan conformar una cooperativa y poner el molino en funcionamiento nuevamente.

La empresa radicada hace más de 100 años en el barrio porteño de Parque Patricios, tiene su capacidad productiva a tope, las maquinarias necesarias e incluso insumos para producir. Es que al momento de su cierre estaba trabajando normalmente y nada hacía prever lo que sucedió.

A pesar de que sus dueños María Cristina Lisanti y Rafael Cisilino no volvieron a la planta para apegarse a la legislación laboral, hace unos días, como relatara InfoGremiales, una patota en nombre de ellos intentó desalojar por la fuerza y con armas el molino.

«No queremos un muerto acá» expresó ayer Ramón Escalante, delegado de los trabajadores que entienden que sólo la visibilización del conflicto puede protegerlos.

Lo que los empleados creen es que la intención de Lisanti y Escalante es desgastarlos, no pagar lo que corresponde y, una vez que se queden con la planta, poner la tierra al servicio del revitalizado negocio inmobiliario de la zona.

Sucede que a sólo dos cuadras de Osiris estará la nueva sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por lo que la especulación inmobiliaria está a la orden del día.

A pesar de la proximidad de la nueva sede gubernamental, todavía no hubo ninguna autoridad del gobierno porteño que se haya acercado a proponer alguna alternativa ni un canal de solución para el conflicto.