La informalidad laboral continúa creciendo en Argentina, con más de 5,5 millones de trabajadores afectados. En el último año se perdieron 147 mil empleos registrados, mientras que se sumaron 132 mil informales al mercado laboral. Sectores como el servicio doméstico, la construcción y la agricultura presentan altos niveles de trabajo en negro. El aumento de la informalidad presiona la caja previsional, lo que podría abrirle camino a la privatización de las jubilaciones, como ocurrió en los ’90.
La economía argentina enfrenta un aumento en la informalidad laboral. Según datos del Indec, en el último año se perdieron 147 mil empleos registrados, mientras que 132 mil puestos informales se crearon, afectando a más de 5,5 millones de trabajadores.
Sectores como el servicio doméstico, la construcción y la agricultura son los más afectados, con más del 50% de sus empleados en la informalidad.
Esta tendencia también plantea un desafío para el sistema previsional, que depende de los aportes laborales. Con menos aportes, el financiamiento solidario de las jubilaciones se ve comprometido y le abre la puerta a otro anhelo del Gobierno, el retorno de las AFJP o alguna forma de privatización de la caja previsional.
El impacto de la inflación y la recesión ha llevado a muchas empresas a optar por la informalidad para reducir costos, lo que profundiza la desigualdad en el acceso a derechos laborales y beneficios de seguridad social.
El sector de la pesca y la explotación de minas son los menos afectados por este fenómeno, con solo un 12% de trabajadores en negro, aunque su contribución al empleo general es menor.