COTO ocultó los síntomas de otro trabajador y la esposa falleció de Coronavirus

La sucursal 160 de Retiro de la cadena de supermercados COTO tuvo que lamentar una víctima por Coronavirus debido a la desidia de la empresa frente a la pandemia que las y los trabajadores y delegados denuncian incansablemente. Un trabajador manifestó síntomas, pidió que se active el protocolo para que le hagan el hisopado y lo lleven a aislamiento, pero se lo negaron. Su esposa se contagió y lamentablemente falleció el viernes.

InfoGremiales conversó con el delegado de la sucursal que más casos de COVID-19 positivos acumula: «El compañero se contagió en el trabajo. Lo llamé y lo primero que me dijo fue que lo estaban obligando a trabajar. ‘Les dije que me sentía mal, que tenía miedo por mi hija, por mi señora, nunca me hicieron caso’. Estamos muy angustiados y con mucha bronca.»

Esto no es nuevo. La sucursal de Retiro queda a metros de la entrada a la Villa 31, que sufre un alto nivel de personas infectadas desde fines de abril. Tanto es así que, según consignó Infobae, el Ministerio de Salud de la Ciudad realizó allí el primer estudio de seroprevalencia dando como resultado que la prevalencia del virus en el barrio es de 53,4% y que por cada caso confirmado de COVID-19, otros nueve vecinos fueron IgG positivos, lo que significa que tuvieron el virus pero fueron o asintomáticos u oligosintomáticos, es decir, que presentaron síntomas muy leves y no realizaron una consulta médica. 

De ahí el pedido insistente de las y los trabajadores para que alguien competente intervenga: «Nosotros hemos llevado un petitorio al gobierno de la Ciudad, a Fernando Cohen (Director General de Protección del Trabajo) le hemos dicho ‘Te dije la otra vez que tenemos 20 casos, andá, hacé algo’ y me decía ‘No, yo ya fui’, me boludeaba. Tenemos 45 casos ya.», aseguró Castro muy dolido.

A estos pedidos se suma una causa penal iniciada por un fiscal federal que encontró «motivos suficientes» para formular las imputaciones por presuntas «conductas delictivas» de la empresa Coto y un reclamo de Diputados Nacionales al Poder Ejecutivo Nacional en el que piden informes oficiales sobre cantidades de personas infectadas en supermercados y que se identifique si se establecieron rutas de contagios, si hubo testeo a contactos estrechos y piden copia de los protocolos empresariales. 

Las y los delegados de base son quienes ponen la cara y sobretodo el cuerpo ante las irregularidades de la cadena de supermercados COTO, que se visibilizan ya grotescas sumando el contexto de la pandemia. «No vamos a parar esto. A mí me pegaron por denunciar los casos de COVID-19. Una vez hicimos una asamblea y la empresa mandó a 50 personas de seguridad a separarnos y decirnos que si no la levantábamos nos quedábamos en la calle. Y cuando denuncié me vinieron a cagar a palos», recordó Castro.

En el comunicado, el personal de la sucursal responsabiliza a la familia Coto y al dirigente mercantil: «No es la primera muerte que, para satisfacer su avaricia, DON ALFREDO carga sobre sus espaldas y si Ramón Muerza, quien se adjudica el título de representar a los trabajadores de COTO, se hubiera ocupado en este tiempo de hacer cumplir los protocolos, hoy esta muerte se hubiera evitado«, disparan. 

Mientras tanto, esta semana el INDEC informó que la venta en supermercados y grandes cadenas mayoristas aumentó en mayo un 54,8% respecto al mismo mes del año anterior. Las ventas online, por su parte, aumentaron un 276,2%, también comparando con mayo de 2019.