Congreso: despidos, protesta y marcha atrás del PRO

La medida se frenó recién después de que Emilio Monzó les hiciera saber que tendrá en cuenta la resolución firmada por su antecesor, Julián Domínguez, que establecía el pase a planta permanente de 600 personas, y que había sido dejada sin efecto. Monzó además prometió revisar la situación de 1.500 puestos de trabajo de la «planta transitoria política», de los 257 legisladores que vencían el 10 de diciembre, y que el macrismo pretendía despedir.

La medida afectaba a asesores, secretarios y demás colaboradores de los diputados, que no cuentan con la designación de planta permanente en la plantilla del Congreso.

Los empleados legislativos coparon los tres pisos de la Cámara de Diputados y el Salón de Pasos Perdidos, ante el rumor de que el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, no iba a reconocer la resolución firmada por el ex titular de cuerpo, Julián Domínguez, de pasarlos a planta.

Tras la protesta, se abrió un canal de negociación entre las autoridades del principal gremio, APL, y las autoridades de la Cámara, para que se respete la ley del empleado legislativo que establece la estabilidad de esos trabajadores.

Voceros del gremio señalaron que «nunca se enviaron los telegramas», pero reconocieron que existió el rumor de que se iba a emitir una resolución desconociendo el pase a planta permanente efectuada en el pasado mes de junio.

«El sindicato pide que se cumpla el pase a planta. Son 600 personas en total. Nos dijeron que lo van a revisar», dijo a la prensa la vocera de la Asociación del Personal Legislativo (APL), en relación con la resolución firmada por Domínguez antes de finalizar su mandato, que fue dejada sin efecto por las nuevas autoridades de la Cámara de Diputados.

Informó que como la conducción de la Cámara les prometió «revisar» la medida, y no concretamente tomar a los 600 empleados efectivizados por Domínguez, «el sindicato continúa en estado de alerta y movilización», aunque Monzó mantendrá una reunión con el líder de la APL, Norberto Di Próspero, con el objetivo solucionar definitivamente el conflicto.