Cavalieri encabezó la columna de mercantiles que se movilizaron por «el desarrollo, la producción y el trabajo»

El dirigente de la Federación de Comercio Armando Cavalieri expresó los argumentos que movilizaron a las y los mercantiles en la primera marcha de la CGT al Gobierno de Alberto Fernández. Alineada bajo la consigna general «Primero la Patria», la Faecys se sumó a los reclamos contra la escalada inflacionaria, la orientación productivista de la economía y la protección de los salarios. Contra los formadores de precios y la especulación, también formó parte de la manifestación de trabajadores de comercio.

Como parte de la multitudinaria movilización que unió el reclamo y las demandas de las distintas organizaciones sindicales que conforman la Confederación General del Trabajo (CGT), la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) reclamó en defensa del salario, la escalada inflacionaria y en favor de una orientación productivista que potencie el empleo y el poder adquisitivo de millones de
argentinos/as.

Agrupados bajo la consigna «Primero la Patria», miles de trabajadores y trabajadoras mercantiles se encolumnaron detrás del liderazgo del Secretario General de FAECYS, Armando Cavalieri.

Movilizados por el «desarrollo, la producción y el trabajo», se concentraron en la Plaza de la República para partir hacia el Congreso en rechazo de «los formadores de precios y la especulación» que castiga al movimiento obrero de trabajadores.

En ese marco, el titular del gremio señaló que el diálogo, el consenso y el trabajo mancomunado deben constituirse como las herramientas inaplazables para que los actores políticos, sociales y económicos desanden un camino de crecimiento sostenido.

«Para ello será necesario que prevalezca la unidad y un dialogo franco de todas las vertientes políticas, sindicales, sociales y partidistas», señaló.

«El difícil contexto que nos toca atravesar nos convoca a trabajar unidos y con suma responsabilidad: a partir de la construcción de políticas claras y sin descuidar nuestras convicciones, debemos lograr que toda la clase dirigente –política, sindical y empresarial–, aporte un esfuerzo agregado para salvaguardar los beneficios de trabajadores y trabajadoras».