Carnes Pampeanas extiende suspensiones laborales hasta diciembre para evitar despidos

El frigorífico Carnes Pampeanas, perteneciente al Grupo Lequio, acordó con el Sindicato de la Carne prolongar la reducción de jornada en un 40% hasta fin de año. La medida, homologada por la Secretaría de Trabajo provincial, busca evitar despidos en medio de la caída del consumo y las exportaciones.

En medio de la crisis que atraviesa la industria frigorífica nacional, Carnes Pampeanas, una de las plantas más importantes del centro del país y parte del Grupo Lequio, acordó con el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria de la Carne extender el esquema de suspensiones rotativas y reducción de jornada laboral del 40% hasta el 31 de diciembre.

La medida, formalizada mediante la Resolución N° 150 de la Secretaría de Trabajo y Promoción del Empleo de La Pampa, fue rubricada el pasado 20 de octubre y se inscribe dentro del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite acuerdos especiales para preservar el empleo durante períodos críticos.

El convenio establece que los trabajadores cumplirán el 60% de sus horas habituales, percibiendo el 40% del salario de manera remunerativa y el 60% restante como suma no remunerativa. El sindicato destacó que el objetivo es sostener las fuentes laborales ante un contexto adverso y evitar cesantías masivas.

El acuerdo replica un esquema que ya había estado vigente entre julio y septiembre, con resultados positivos para ambas partes. La empresa se comprometió nuevamente a no efectuar despidos sin causa y a mantener la totalidad de los haberes remunerativos y no remunerativos como base indemnizatoria, garantizando protección legal en caso de desvinculaciones futuras.

Además, el convenio prevé una cláusula especial para trabajadores próximos a jubilarse, quienes seguirán cobrando el 100% de su salario remunerativo, a fin de no afectar sus aportes previsionales

El acuerdo se da en un contexto crítico para la industria cárnica argentina. Según datos de la Agencia I-Comex, las exportaciones nacionales de carne cayeron un 30% durante el último trimestre, mientras que en La Pampa la baja supera el 40%. A esto se suma el estancamiento del consumo interno, afectado por la pérdida del poder adquisitivo, el incremento de tarifas y los costos logísticos y financieros en alza.

El sector enfrenta también mayores exigencias internacionales de trazabilidad y certificaciones sanitarias, junto con un tipo de cambio desfavorable que erosiona los márgenes de exportación.

El escenario contrasta con la etapa de expansión que el Grupo Lequio había protagonizado a mediados de 2025. En junio, el holding concretó la integración operativa con el Grupo Mattievich, sumando cinco frigoríficos en Santa Fe y una grasería, y alcanzando una capacidad anual de faena de 680.000 cabezas.

Sin embargo, la recesión interna y la contracción del mercado externo revirtieron las proyecciones de crecimiento, obligando a la compañía a replantear su estrategia productiva y financiera.

La prórroga de las suspensiones en Carnes Pampeanas aparece como una medida paliativa, que busca ganar tiempo y sostener los puestos de trabajo mientras el sector redefine su modelo de negocios.
No obstante, los especialistas advierten que el problema de fondo es estructural: baja productividad, alta presión impositiva, falta de competitividad exportadora y una demanda interna deprimida.