
El exministro de Trabajo Carlos Tomada, criticó duramente la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. En diálogo con FM La Patriada, Carlos Tomada advirtió que la iniciativa “parte de un diagnóstico falso”, que “favorece a las grandes empresas” y que “volverá a aumentar la desocupación y la informalidad”.
El exministro de Trabajo Carlos Tomada expresó fuertes críticas a la reforma laboral que prepara el gobierno nacional, señalando que las medidas anunciadas “no van a resolver los problemas del mundo del trabajo, sino que los van a agravar”.
En declaraciones a FM La Patriada, Tomada alertó sobre el clima social y político que rodea el debate: “Sabés lo que me preocupa, que hay como una penetración en el sentido común de la gente que ha comprado ese discurso. Creo que cuando presenten la reforma laboral va a haber muchas manos que se van a levantar, de LLA y de los supuestos oficialistas-opositores. Nos vamos a encontrar frente a una reforma que agrava los problemas laborales.”
Tomada cuestionó la lógica económica que sustenta la iniciativa del ministro de Economía, Luis Caputo, y rechazó la idea de que las indemnizaciones sean un obstáculo para el empleo: “Plantean reducir las indemnizaciones, pero es un recurso innecesario. En los ‘90 se tomaron medidas similares y lo único que pasó fue que aumentó la desocupación y la informalidad. Son datos concretos. En Argentina se crearon tres millones de empleos formales cuando estaba vigente la doble indemnización. No es la indemnización el problema.”
El exfuncionario también recordó que más de cien países aplicaron reformas similares “y en ninguno se generó empleo”.

Otro de los puntos más cuestionados por Tomada fue la posible eliminación de la ultractividad de los convenios colectivos —la continuidad de los acuerdos mientras no se renuevan—, lo que, según explicó, desequilibraría completamente la negociación entre trabajadores y empleadores: “Si eliminás la ultractividad, el empresario te puede decir que si querés aumento de salario tenés que entregar el derecho a vacacionar o el aguinaldo. Si no aceptás, te quedás sin nada porque se cae el convenio. Todo lo que piden es porque les conviene, pero es contrario a los trabajadores.”
Tomada desmintió otro de los argumentos oficiales: “La bendita industria del juicio desaparece rápido si cumplen con la ley vigente, si no evaden ni disimulan contratos. En la provincia de Buenos Aires, sobre 1,5 millones de trabajadores registrados, hubo sólo un 5% de juicios laborales, seguramente porque los despidieron o no les pagaron lo que correspondía.”
En la misma línea, sostuvo que los empresarios “no necesitan una reforma laboral, porque con el empoderamiento que tienen hoy hacen lo que quieren: cambian horarios, obligan a hacer horas extras y la seguridad laboral es gravísima”.
El exministro también criticó el uso del argumento de las pymes como justificación para flexibilizar derechos: “Ese argumento ya es viejo. Nadie puede creer que se trata de proteger a las pymes. Hablé con cientos de ellas, y lo que piden es una reforma tributaria que sea progresiva, que paguen más los que más tienen. Pero estas reformas terminan beneficiando a las grandes empresas, porque este gobierno responde a las corporaciones.”
Tomada apuntó además que, lejos de fomentar la actividad, las políticas actuales han destruido tejido productivo: “Desde que este gobierno asumió desaparecieron 18.000 empresas y se perdieron más de 200.000 empleos registrados. Esto no se arregla con una reforma laboral, sino con un modelo productivo que fomente la economía del conocimiento y agregue valor.”
Con tono crítico, Tomada cuestionó el enfoque financiero del oficialismo: “El mundo de Caputo es hacer plata con plata. Es el mundo financiero, no necesita trabajadores ni trabajadoras.”
Finalmente, llamó a construir una alternativa política que revierta las medidas: “Un gobierno nacional y popular tiene que avisar desde ahora que cuando asumamos vamos a derogar esta reforma. Hay que hacer una nueva que proteja a los trabajadores de plataformas, mejore la salud y seguridad laboral, y recupere el salario. La informalidad no llegó para quedarse.”