Caída de empleo: los más afectados fueron los jóvenes de bajo nivel educativo con trabajos informales

Los jóvenes de hasta 29 años con bajo nivel educativo y trabajos informales fueron los más afectados por la caída de la tasa de empleo que se registró en 2020, a raíz de la pandemia.

Así lo señaló el informe «El mercado laboral en Argentina: estructura, impacto del COVID-19 y lecciones para el futuro», elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

Según ese trabajo, quienes tienen estudios primarios incompletos redujeron su empleo en 28%, mientras que quienes tienen estudios universitarios lo hicieron en 7,6%, de manera interanual.

También se produjo una gran variación según el tipo de inserción laboral: el empleo asalariado formal cayó en un 5,2% interanual, mientras que el empleo asalariado informal cayó 30%.

EL CIPPEC recordó que, de acuerdo con números oficiales, entre febrero y octubre del año pasado el empleo formal se redujo en 187.000 puestos y la tasa de empleo en el sector informal cayó un 44%, en el momento más restrictivo del aislamiento social.

Los sectores de la economía más perjudicados –comercio, industrias manufactureras, hoteles y restaurantes, y actividades inmobiliarias– representan arriba del 43% del total de los empleos en el país.

Para la entidad, la antesala de la crisis del COVID-19 «ya era difícil desde lo económico y lo laboral: con la excepción de algunos años positivos, como 2010 o 2017, el mercado de trabajo argentino en la última década se caracterizó por el estancamiento y luego caída desde mediados de 2018«.

«La Argentina tiene problemas estructurales con gran heterogeneidad por sector, tipo de inserción laboral y población. La juventud y las mujeres, por ejemplo, presentan niveles de actividad, desempleo e informalidad significativamente peores a los promedios generales de la población y, en términos generales, cerca del 45% del trabajo en el país es informal», añadió.

Ante esta situación, CIPPEC consideró que, para reactivar la demanda de empleo, «es necesario tener en cuenta las características de los distintos sectores de la economía; no será la misma estrategia la que busque potenciar el trabajo en el sector de la construcción que la que focalice en el trabajo independiente en servicios de tecnología».