Alejandro Crespo: «Nos acercamos a la CGT porque entendemos que allí se encuentran los sindicatos industriales más importantes del país y es donde nosotros queremos llevar nuestra experiencia»

(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Rene Asan @rene.asan) En una brevísima pausa de su lucha por el conflicto de la revisión paritaria y el pago de las horas extras al 200% con Pirelli, Fate y Bridgestone, el líder del SUTNA, la única organización «clasista» del mapa sindical industrial argentino, Alejandro Crespo, ponderó que esa puja es legítima. Conciencia de clase y de que el Movimiento Obrero Nacional es peronista al resaltar que llegarán a la CGT desde la valoración a esa central. Asume con preocupación la entrada de la derecha entre pobres y trabajadores, pero al mismo tiempo realza el valor de los delegados de base para generar acción y conciencia.

Un gremio que pone el cuerpo en la labor diaria y desde un rubro industrial vinculado al sector automotriz. Donde no hay más de 20 mujeres, pero lejos del destrato por género, esa población masculina tiene que ver con la exigencia física para el mismo. Una cúpula dirigencial que llegó por el caminito de formar delegados para destronar a una conducción histórica en el Sindicato Único de los Trabajadores del Neumático (SUTNA). Su líder es militante del Partido Obrero (PO), pero convive con el peronismo en el debate respetuoso y luce el respaldo de haber logrado el 75% de los votos de sus afiliados, dentro de una organización con mayoría asumida de peronistas.

El SUTNA y su líder son noticia desde hace semanas, con paros y movilización en la puja por el 71% de la revisión paritaria y el pago al 200% de las horas extras trabajadas durante los fines de semana y para el personal que desarrolla una semana laboral que supera las 40 horas. Se suscribe el concepto de «la neurona atenta» a cualquier ápice de macartismo, pero convencerlo de una charla más allá de su coyuntura de estos días llevó tiempo. Aunque con la sonrisa franca minimiza «¿pero no vas a decir que no negocio?» al aceptar la entrevista. Y la misma fue en el predio sindical de la localidad de Pilar donde InfoGremiales pudo desgranar al referente gremial.

Saber que es hincha de Boca, tiene como referente entre los entrenadores de fútbol a Carlos Bianchi, que suscribe aquello de que «se juega como se vive» y más. Nacido en noviembre de 1975 cumplirá 47 años en noviembre, su compañera es Cristina Beitia profesora de Historia y con ella tuvo a Felipe, el hijo que cumplirá 3 años en octubre. Es una familia ensamblada, «Crespo» (como lo llaman todos en el SUTNA) tiene otros dos varones, Joaquín (15) y Beto (10). Cristina por su parte llegó a esta relación teniendo ya a Clara (10) y Bianca (11).

Desde las remeras, camperas y banderas negras con letras blancas con las cuales el Sindicato del Neumático marca un perfil de comunicación visual en fotos, videos y redes sociales, se respira un toque de rock. Por allí comienza entonces la entrevista, y que sea sindical, política y rock entonces:

– En música me gusta lo que me quedó de la adolescencia, de los años en que era más joven que sería Pink Floyd, The Doors, Queen no tanto, era muy fanático de Pink Floy, muy fanático de los que llenan de posters la habitación, se compran todos los discos, no encuentra el primer single y lo buscaba por todas las disquerías, cuando todavía había que conseguirlos en forma física. Cuando no existía esto de que uno escribe alguna referencia de las canciones en YouTube y te aparece todo.

«Lo que necesita el Pueblo Argentino es tener en la mente y con claridad la convicción de tener un Gobierno de trabajadores»

Alejandro Crespo

-¿De su formación y estudios qué destaca?

-Tengo el secundario completo, hice lo que antes era el bachillerato. Después sumé algunos estudios en ingeniería en sistemas, en un tiempo me gustaba mucho todo lo que era programación y demás. Algo que, irónicamente, me sirvió mucho en el trabajo desarrollado en las plantas para realizar simuladores. Digamos, todo tipo de programación más aliada a las planillas de cálculo y a encontrar cuál era la forma en que se liquidaban sueldos, los errores y otros detalles. Parece una tontería pero fue muy importante en el comienzo de mi actividad gremial, porque generalmente cuando se empieza a buscar lo que está mal uno apunta a tecnicismos. Y es que se necesita mucho del ingenio, el pernsamiento y esa fuerza de los trabajadores para imponer los resultados.

-¿Tocó la banquina del padre ausente, o con el apoyo de su compañera lo puede evitar?

-Siempre uno le pasa cerca a esa situación. Ocurre que nos aislamos mucho tiempo por las obligaciones y para cumplirlas en en forma correcta. Uno trata de compensarlo, hablo de ir a dar una vuelta, ir al río, de escaparse hasta la Costa Atlántica o Córdoba. Hay que moverse mucho en los tiempos de tranquilidad y generar ese espacio, porque uno llega a casa con muchas preocupaciones encima. A eso sumale que estamos conectados todo el día con teléfonos, computadoras y más. Bueno, eso hace que uno a veces esté pero no esté. Cuando hay tensiones es imposible quitártelas de encima, las obligaciones uno las tiene por un lugar estratégico de dirección, decisión política y responsabilidad ante los compañeros en las situaciones que surgen.

-Entonces, ¿A la hora elegir un cable a tierra?

-La familia, y esto de poder  irse, agarrar la ruta con ellos, poder manejar y ver cómo va cambiando el horizonte. Creo que eso es lo que nos limpia un poco la mente, tanto a los dirigentes y a cualquier trabajador sobre todo en un país tan complejo como este.

Alejandro Crespo - InfoGremiales

-Si en la Argentina el Estado decide aplicar un impuesto al ego, para todas las categorías posibles, ¿pagamos la deuda externa?

-Hay algo que está claro, la Argentina está poblada por trabajadores, la gran masa de personas que habita este país es una clase trabajadora, y que ha tenido que pasar momentos muy difíciles, por lo tanto, ¿un impuesto al ego para todos? No. Seguro que hay personas que se destacan por eso, pero no la población en general. Si vamos a poner un impuesto al ego habría que aplicarlo con el mismo criterio de las tarifas segmentadas. Entonces sí, con la segmentación de egos por ahí pagamos la deuda con menos contribuyentes de los que pensamos. (sonrisas).

-Y un trabajador, una trabajadora, ¿no putea más fácil al delegado de base antes que plantearle el reclamo más simple a su empleador?

-El tema es dar en la tecla con algo de mucha importancia. ¿De qué delegado de base estamos hablando? Porque están los que ganaron y ganan la confianza de sus compañeros en los momentos más difíciles. Ya lo vivimos en la pandemia, y en nuestro gremio en particular vivimos momentos muy difíciles en lo económico, hubo amenazas de despidos y situaciones muy tensas. Un delegado estuvo junto a esas personas, y si es de base más todavía, porque está siempre ahí y eso incluye los días difíciles, porque están ahí mirando cara a cara a sus compañeros y son los que entran con ellos a laburar. Cuando digo que tiene que “entrar”, es porque no todos los delegados entran a los lugares de trabajo. Y a esos, a los que están presentes en los momentos difíciles, los trabajadores los respetan muchísimo. Fijate, cuando vemos una gran movilización, ahí también tiene incidencia el delegado. Porque el trabajador va por la consigna, pero el delegado le agrega un sentido y es su dirigente más cercano. Ellos, además de acompañar, alimentan la toma de conciencia y ganan respeto. Por eso se construyen las circunstancias, por la decisión de un delegado, sino por la actitud orgánica donde a esos representantes se les brinda confianza, respaldo y herramientas. Así van a poder manejarse y construir en cada uno de los sectores de trabajo, y para que esto tenga lugar debe haber una política general de su sindicato que les permita llegar a eso.

-¿A cuántos trabajadores representa?

-Desde la secretaría general represento a todo el gremio de neumáticos, debemos andar en los 5.500 compañeros, delegados de base en las grandes fábricas de neumáticos tenemos 50. Y a estos se le suman los que tenemos en las industrias más chicas, como las empresas de recapadoras, gomerías, etc que tenemos en Córdoba, prácticamente concentradas allí, debemos tener unos 20 más.

«Los trabajadores, cuando estamos seguros de algo, nos aferramos a ese reclamo. Entendemos que en esa pelea no va a cuánto cotiza el dólar en el futuro ni cuántas acciones me llevo. En ese reclamo van las condiciones de vida de nuestras familias»

-Ver a pobres y laburantes seducidos por  la derecha. ¿Qué le genera?

-Una situación de mucha impotencia, es ver cómo se llega, con cierta propaganda y con una actitud falsa, falaz, a las personas más necesitadas. La política del SUTNA, en nuestras bases de estructura y en las acciones que hemos llevado adelante, propician la unidad de trabajadores ocupados y desocupados como ayuda estratégica. Hicimos muchas acciones en común, porque esos compañeros son parte de nosotros, del Movimiento Obrero que pasaron a estar desocupados y se mantienen organizados, algo que les permite mantener en alto su espíritu. No descubro nada si digo que cuando un trabajador se siente aislado, solo, y sin trabajo, es muy vulnerable. La organización de esos compañeros es lo que hace ver las cosas diferente y no permite que esas ideas, sobre todo de derecha, las que insultan en su propio actuar, puedan llegar a penetrar. Un trabajador organizado, ocupado  o desocupado, entiende claramente a qué lugar pertenece.

-Y ante discusiones bajo algunos estigmas, como cuando se asegura: “desde el retorno a la democracia la pobreza se hizo estructural”. Pero no se dice que al mismo tiempo la riqueza se hizo estructural, desde la última dictadura e inclusive en pandemia. ¿Qué enfoque hace?

-Lo que estamos viendo desde hace muchos años es un crecimiento de la pobreza y al mismo tiempo que las personas de poder envejecen con poder. Y luego están esos mismos apellidos en nuevas personas que tienen ese mismo poder y la misma capacidad económica. Allí aparece con claridad la diferencia que hay entre la parte menos pudiente y la más pudiente. En otras palabras, cualquier persona lo que anhela para ser feliz, es estar con su familia y sus necesidades cubiertas, en forma ordenada, disfrutando de esta existencia, que es la que tenemos. Cuando no se puede cubrir eso, tiene que haber una razón de fondo, y cuando hay otras personas que las cubren fácilmente durante tanto tiempo y esto no se corrige, es que no están funcionando las cosas como deberían. Una cosa es que haya una anomalía y otra muy distinta es que todo el tiempo tengamos a una parte tan grande de la Argentina pasándola mal y a otra parte tan pequeña pasándola bien, diría pasándola excelente. Es crónico el problema y hay que tratarlo en forma severa.

-Habla de herencia, riqueza y portación de apellido, por allí incluso se puede llegar a presidente como Mauricio Macri y con el voto popular. ¿Se asimilan ahí los conceptos?

-Sí, y por los errores en la conducción de fuerzas que tratan de hablar desde otros parámetros. Porque cuando crece la derecha existen errores graves de otro tipo de conducción está muy claro.

-Daniel Catalano de ATE nos dijo: «Si crece la derecha algo mal estamos haciendo nosotros».

-Evidentemente, lo que necesita el Pueblo Argentino es tener, en la mente y con claridad, la convicción de que se puede tener un Gobierno de trabajadores.

-En ese marco, hablemos de mitos y realidades, ¿para la izquierda «cuanto peor es mejor»?

-No, para nada. Aquello que está más cercano a la parte que sufre es la que más lo comprende y no es posible puede compartir que “es bueno estar mal”. Vamos a decirlo con claridad, los que la pasamos mal somos nosotros, los laburantes, nuestras familias, parientes, jamás quisiéramos estar peor. La construcción que tenemos, hasta en lo personal, y es lo que uno trata de hacer hacia adentro, desde la conducción de un sindicato, es que los compañeros estén cada vez mejor.

-Cristina dijo que el Muro de Berlín cayó, pero para los dos lados. ¿Comparte la mirada?

-Los últimos años hubo una reconstrucción capitalista enorme,  lo que reina el mundo en estos momentos son regímenes capitalistas que buscan algún tipo de solución a sus propios intereses, eso es el mundo que estamos viviendo. Lo que estamos preguntándonos todos es qué rumbo tenemos que tomar para estar mejor, en forma objetiva, todos los pueblos y los trabajadores.

«Hay cuestiones que nuestra conducción las comprendió desde un comienzo, cuando empezamos a pelear puestos de delegados: ni los gremios ni las grandes organizaciones sindicales son el problema. Lo crucial es tener en ellas la orientación correcta»

-En pandemia el SUTNA activó contactos, casi su ingreso, a una CGT siempre dividida. Pero  llegaron a través de diferentes referencias, por Pablo Moyano y también por Héctor Daer. ¿Esto habla de la mente abierta del sindicato y de una correcta lectura del escenario?

-Hay cuestiones que nuestra conducción las comprendió desde un comienzo, cuando empezamos a pelear puestos de delegados: ni los gremios ni las grandes organizaciones sindicales son el problema. Lo crucial es tener en ellas la orientación correcta. Queremos acercar nuestra fuerza a los sindicatos como lo hicimos en el SUTNA y entendemos que hemos puesto un rumbo que representa a los trabajadores, con una clara perspectiva consciente de todos nuestros compañeros. Cuando nos acercamos a la CGT es porque entendemos que allí se encuentran los sindicatos industriales más importantes del país y es donde nosotros queremos llevar nuestra experiencia y hablarle al conjunto de los trabajadores para tratar de generar una orientación que realmente dé satisfacción al Movimiento Obrero. El cual necesita una conducción que lo haga sentir partícipe y orgulloso de pertenecer, nada menos, que a la central general de trabajo argentino.

-¿Tiene amigos «Gorilas», de derecha o libertarios? ¿Lo apuntan como un «zurdo»?

-Tenemos todo tipo de amigos y tenemos divertidas situaciones políticas. No sufrí el «macartismo» fuertemente, así como tampoco tengo sobrenombres, los trabajadores me dicen «Crespo», y nos han tratado hasta ahora con mucho respeto. Cuando hablamos con alguien que piensa diferente lo hacemos con calidad. Y es más, no sólo tengo amigos que son gorilas, tengo parientes de derecha, muy pero muy cercanos, con los cuales me siento en la mesa de Navidad y brindamos.

-Una pregunta que le hacemos a todos nuestros entrevistados. ¿A Cristina Fernández se la destrata, también desde la conducción del movimiento obrero, por su condición de mujer?

-Mirá, separaría en dos puntos la pregunta, por supuesto que las mujeres son las que tienen en estos momentos una doble presión. Por un lado la de la situación que se vive en el país y en el mundo de los problemas económicos y la crisis. En segundo lugar, cuando hablamos de Cristina, ella es una persona particular que en estos momentos muestra un poder de importancia y más allá de su carácter de mujer hay que tratarla por las situaciones que ostenta y los lugares donde le toca tener poder de decisión.

-¿Que pasó por su mente con el terremoto del oficialismo por la renuncia de Martín Guzmán? ¿Alcanzó a sentir esa angustia folclórica en la Argentina por esas secuencias cíclicas?

-La verdad es que venimos en un trajín sin pausas en los últimos años. De pandemia, crisis económicas y situaciones complejas. Todo lo que aparece lo analizamos, no nos golpea. Estamos tratando de analizar hacia dónde va esto, porque hay un hecho muy claro, como estamos actualmente tiene que ser corregido. Y tenemos que tratar, entre todos, de empujar para que sea corregido hacia el lado donde estén mejor los trabajadores y todo el Pueblo Argentino.

-Se hizo cuestión nacional la polémica por los planes sociales a partir del discurso de Cristina en Avellaneda. Pero ella también habló del «festival de importaciones» y exorbitantes ganancias para algunos grupos, sin impacto mediático. El SUTNA incluso denunció y denuncia que los neumáticos se comercializan a precios internacionales. ¿En ese paralelo, es más fácil «demonizar» a los que cobran un plan social?

-Por supuesto que la propaganda trata de frenar un proceso de expresión de las personas que están realmente necesitadas. A nadie le interesa tener un plan social o tener que movilizarse pidiendo el acceso a esos planes. Las personas pretenden tener una vida más plena y calculo que cada una de esas personas, si pudiera tener otra salida, la tomaría. Cuando crece la pobreza, crecen las situaciones de desigualdad, los desocupados. No habría movimientos de desocupados sin pobreza. Porque en este país se generan grandes oportunidades para los empresarios y especuladores,  por las diferencias cambiarias, aduaneras y demás. Ahora, también está claro que hay que tener mucho enojo y empeño para ponerse en contra de todo aquel que se aproveche de una situación delicada como esta crisis económica, para sacar ventajas individuales. En eso tendría que ser muy severo todo el mundo, el gobierno y el Pueblo Argentino.

-¿Es prédica del SUTNA el ponerse en el lugar del otro, incluso del que no cobra un sueldo?

-Por supuesto, lo comprendemos porque es parte de la familia del neumático estar presentes en ese tipo de circunstancias. Durante la pandemia defendimos nuestros salarios y puestos de trabajo, las condiciones laborales, la organización etc. Al mismo tiempo fuimos conscientes de que nuestros compañeros colaboraron con sus hermanos, primos y vecinos que estaban en situaciones complicadas. Desde el salario y las condiciones que íbamos logrando como gremio, también se auxilió a muchas familias con situaciones complejas. Un trabajador también es su propia familia.

«Un trabajador organizado, ocupado o desocupado, entiende claramente a qué lugar pertenece»

-¿Tuvo ofertas para incursionar en política?

-La militancia que tengo dentro del Partido Obrero es una incursión política. Ahora, si uno podría tener la posibilidad de acceder a cargos políticos o ser candidato, siempre hemos tenido algún tipo de oferta. Creo que en estos momentos donde más puedo brindar apoyo es a la clase trabajadora, es aquí, por la convicción que uno tiene como dirigente clasista. En el SUTNA nuestros compañeros nos han nombrado como secretario general con una generosa confianza. Y esto me lleva demasiado tiempo y esfuerzos para tratar de llevarlo adelante de la manera que estimo correcta.

-¿En 10 años se ve diputado?

 -Por ahora lo único que vemos es la conducción del sindicato y el triunfo en las luchas del justo reclamo por todos los compañeros.

-Juguemos con una fantasía temporal, ¿Juan Perón habría participado de las asambleas que realizan en este lugar con 3.000 trabajadores? ¿Si Perón viviera sería del SUTNA?

-La militancia que siguió a Perón lo hizo confiando en que era el primer trabajador y salió a luchar pensando en los intereses de los trabajadores, toda esa militancia está presente en la Argentina en cada uno de los compañeros que se acercan con ideologías peronistas a cada lucha. Creo en la militancia que pelea por los intereses de los trabajadores, y seguramente esté presente en cada una de esas asambleas y tenemos total coincidencia en un punto: los que militamos por un gobierno de los trabajadores, todavía estamos buscándolo.

-En ese 75% o más que los avaló en la última elección del SUTNA tiene a muchos peronistas.

-Por supuesto, debe ser la gran mayoría. Discutimos todos los días, tenemos un gigantesco diálogo con la base, la gran parte del Movimiento Obrero es peronista, y no sólo pasa acá. Te repito, tenemos un respeto enorme por la militancia porque el militante busca los intereses de los trabajadores , Y coincido con esa pelea, estamos tratando de encontrar la táctica, el rumbo y el final correcto para que eso se haga posible y lo es con un gobierno de los trabajadores.

-Lo dijo Perón, «la organización vence al tiempo».

-Yo diría que las cosas van a cambiar cuando, con la organización consciente de todos los trabajadores, conquistemos el poder tomar las grandes decisiones del país.

-Cuando termine este conflicto por la revisión paritaria y el pago de horas extras, ¿qué estima que quedará para su sindicato?

-Todos los mensajes del SUTNA tratan de perseguir un objetivo y lo dijimos hasta en las audiencias en el Ministerio de Trabajo cuando hablamos con nuestros compañeros. Lo más importante que está involucrado en la decisión de este conflicto, no es una autoridad gubernamental, es la organización activa y consciente de todos los compañeros, a eso apuntamos. Este conflicto está organizando a los trabajadores, brinda la gimnasia de cómo se defienden sus intereses, confiamos que vamos a terminar en forma exitosa porque los reclamos son genuinos y que esta enseñanza será para todos los trabajadores un patrimonio a la hora de toda lucha posterior. Se ha generado una conciencia mayor en cada compañero, en cada fábrica y en cada sector.

 -¿Ni soñar con una derrota digna como alguna vez se maquillaban las caídas de Los Pumas?

-Los trabajadores, cuando estamos seguros de algo, nos aferramos para no largar ese reclamo. Entendemos que en esa pelea no va a cuánto cotiza el dólar en el futuro ni cuántas acciones me llevo. En ese reclamo van las condiciones de vida de nuestras familias y eso no lo vamos a dejar que se manipule cuando no se tiene ningún tipo de razón.