El Gobierno asegura que el nuevo borrador todavía no tomó estado público y que tendrá algunas disidencias con el que se filtró del Consejo de Mayo y que InfoGremiales difundió en exclusiva hace semanas. Advierten que buscará ser de máxima y que irán «por todo». Se trataría luego del Presupuesto 2026.
El Gobierno Nacional empieza a delinear sus pasos legislativos con la nueva composición de las cámaras de Diputados y de Senadores. De hecho, ya está claro que habrá sesiones extraordinarias y que allí los libertarios buscarán imponer la inercia del triunfo electoral antes de que se diluya o de que sufran algún nuevo golpe.
Lo primero en la agenda será el Presupuesto 2026. El oficialismo empezará a tratarlo apenas se plasme la nueva relación de fuerzas. La intención es que eso lleve las discusiones de diciembre de este año. Será el prólogo de las reformas.
Según pudo saber InfoGremiales, la idea de Casa Rosada es que en febrero la Reforma Laboral sea tratada en el Congreso. En ese contexto, los funcionarios afirman que el texto final será parecido al que se filtró del Consejo de Mayo y que InfoGremiales difundió hace semanas en exclusiva. El nuevo escrito está guardado en la más absoluta reserva y sólo tienen acceso 2 o 3 funcionarios de la mayor confianza del Ejecutivo.
Lo que es una certeza es que los libertarios llevarán al recinto un texto muy ambicioso. «Será de máxima», anticipan. Eso implicaría tocar temas urticantes para los sindicatos, para su financiamiento, para su organización y para los derechos laborales consagrados en la Constitución Nacional.

El espejo en el que se mirará el proyecto de la Reforma Laboral es la Ley bases. De hecho ese texto fue tan ambicioso que incluso con varios recortes terminó consolidándose en un punto de inflexión de la gestión de Javier Milei. Buscarán algo similar para que, en caso de tener que negociar, siga siendo un cambio profundo.
Desde Azopardo esperan alguna señal. Más allá de una conversación informal que tuvo el flamante funcionario Diego Santilli con dos de los triunviros en un acto de la UIA en la que prometió diálogo institucional, todavía no hubo contactos ni convocatoria para discutir un borrador o una serie de ejes temáticos.
Por como viene el panorama, la CGT ya empezó a definir la estrategia de resistencia. No es un Gobierno propenso a los acuerdos ni a aceptar posturas distintas. «Para que este Gobierno te escuche tenés que demostrar fortaleza. No negocian con débiles», señaló un importante dirigente de la central obrera marcando un camino.
Como sea, la agenda de Azopardo comenzó con los diputados de extracción sindical y seguirá con otros bloques cercanos a los gobernadores y con los propios Gobernadores. Incluso algunos vaticinan contactos con otros espacios que, a priori, parecen más cercanos al oficialismo y que podrían buscar una diagonal entre las posiciones.




