«En la noche del viernes 17 de julio, los ministros Luis Basterra y Claudio Moroni, de Agricultura y Trabajo, respectivamente, asistieron a la rúbrica del acta acuerdo que dio por finalizado el conflicto pesquero y confirmaron que la actividad del sector se encuentra garantizada», sostuvo un comunicado difundido hoy por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
El acta firmada por las partes convino una recomposición salarial para los marineros del periodo 2020/2021, así como «compensaciones por producción» y una suma, de carácter extraordinaria, para los trabajadores de buques merluceros. Además fijó un dólar de 65 pesos como referencia para el sector.
«De esta manera, y luego de las exposiciones y negociaciones de todos los actores involucrados, la actividad pesquera se encuentra garantizada de aquí en más, salvaguardando tanto el respeto de las condiciones laborales como la rentabilidad empresaria, con el apoyo y articulación de las instituciones del Estado«, remarcó Agricultura.
Tras la firma del acta, Moroni consideró que «no existe una vía de resolución de diferencias en el ámbito laboral que sea mejor o más efectiva que ésta: una mesa de diálogo con las partes y un Estado que garantice, no solamente el cumplimiento de leyes y derechos, sino que persiga de manera permanente la constitución de un clima de paz social que propicie el desarrollo de toda la sociedad».
«No cedimos en nada nuestros reclamos; los salarios y el convenio quedaron como pedimos», explicaron desde el SOMU y detallaron: «Se terminó el conflicto, el capricho de los empresarios les hizo perder mucha plata».
«Los barcos ya pueden salir a trabajar, ya no hay conflicto con la pesca», sintetizaron los marineros.
Las cámaras empresarias destacaron el acuerdo alcanzado al subrayar que «si bien se logró un acuerdo a corto plazo, sin duda este es el camino que debemos transitar para obtener consensos más profundos, donde cada uno defienda su posición pero sentados en la mesa, dialogando y con voluntad de acordar».
La huelga por parte de los trabajadores del SOMU fue declarada el 6 de julio al denunciar que «las patronales pretendían abonar un 40 por ciento menos de lo acordado en paritarias, y las tres cámaras fundamentaban que por la pandemia de coronavirus es imposible sostener los precios de referencia en un mercado en retroceso».
Asimismo, el gremio de marineros también bloqueó plantas y muelles portuarios en varios distritos nacionales.
El 14 de este mes el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, que fue acatada por los trabajadores, mientras proseguían las negociaciones en la cartera agropecuaria.
De las negociaciones participaron, por la parte empresaria, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca) y la Cámara Argentina Patagónica de Industria Pesquera (Capip).
Además de Moroni y Basterra, también participaron los funcionarios nacionales Carlos Liberman y Gustavo Mariani, entre otros, abocados para acercar posiciones entre ambos sectores.
A diferencia de otras oportunidades, las distintas Cámaras Pesqueras lograron consensuar una posición unificada, que incluía también el apoyo de empresas independientes, como Conarpesa y Argenova, entre otras.
