La empresa Acerías Berisso ratificó su intención de presentarse en quiebra sin ofrecer respuestas a los reclamos laborales, mientras los trabajadores exigen salarios, indemnizaciones y aportes adeudados. El conflicto se agrava y crece la expectativa ante el posible interés de un grupo empresario en adquirir la planta.
La crisis en Acerías Berisso volvió a profundizarse tras una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense, donde la empresa reiteró su intención de presentarse en quiebra sin ofrecer soluciones a los trabajadores. Mientras tanto, el personal mantiene sus reclamos por sueldos, indemnizaciones y aportes impagos, en un conflicto que lleva meses y que no muestra señales de resolución.
Según informó el cuerpo de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), los representantes empresariales ratificaron que “no tienen intención de abonar nada a los trabajadores”, postura que el gremio calificó como un acto de “abandono total e irresponsabilidad patronal frente a las familias que sostuvieron la actividad productiva durante años”. Ante este escenario, los operarios evalúan nuevas medidas de fuerza para defender sus derechos laborales.
El conflicto comenzó en abril, cuando la empresa empezó a retrasar el pago de los salarios. La situación estalló definitivamente el 6 de octubre, cuando los trabajadores encontraron la planta, ubicada en 128 entre 4 y 5, completamente paralizada y resolvieron iniciar una retención de tareas para evitar lo que describen como un posible vaciamiento. Días después, tomaron las instalaciones y recibieron el respaldo de organizaciones sociales, sindicales y políticas.
Desde entonces, aseguran que la actividad no volvió a normalizarse y que persiste un vaciamiento encubierto de materiales y maquinarias. Pese a las reiteradas convocatorias del Ministerio de Trabajo, las audiencias transcurren sin avances: la empresa no ha presentado propuestas ni una respuesta concreta sobre las deudas acumuladas.
En medio de la incertidumbre, trascendió que un grupo empresario manifestó interés en adquirir Acerías Berisso. Según se informó, los potenciales compradores realizarán una auditoría con participación de los trabajadores, aunque aún no hay precisiones sobre la continuidad de la producción ni sobre el futuro del personal.
Mientras la tensión crece, los trabajadores esperan que la intervención estatal permita encauzar un conflicto que compromete tanto sus salarios como la continuidad de una planta histórica para la región.



