Mario «Paco» Manrique: «La CGT debe tener un mensaje contundente hacia el pueblo trabajador; de lo contrario, será irremontable su posicionamiento ante la sociedad»

En la víspera de la elección de nuevas autoridades de la CGT, el diputado nacional y dirigente de SMATA, Mario “Paco” Manrique, reclamó una conducción con liderazgo claro y mayor firmeza frente a las políticas del Gobierno. Advirtió que la central obrera no tiene un mensaje claro y llamó a reconstruir la unidad para defender los derechos laborales ante la posible reforma que se debatirá en el Congreso.

En la antesala de la renovación de autoridades de la Confederación General del Trabajo (CGT), prevista para este martes 5 de noviembre, el diputado nacional y secretario adjunto de SMATA, Mario “Paco” Manrique, expresó su expectativa por una renovación profunda de la central sindical, reclamando una conducción “con mayor claridad política y contundencia frente a las políticas que se vienen”.

En diálogo con AM 530, el ex secretario gremial de la CGT sostuvo que la central obrera “hace años que no tiene un líder” y advirtió que “la falta de un mensaje claro ante el pueblo trabajador” pone en riesgo su posición en la sociedad. “Espero que los compañeros y compañeras puedan alcanzar acuerdos internos que permitan una conducción con otra impronta, con un mensaje más fuerte ante las políticas que se aproximan”, afirmó.

Manrique subrayó que los próximos meses de diciembre, enero y febrero serán “claves en el Congreso”, ante la posibilidad de que el Poder Ejecutivo impulse en sesiones extraordinarias proyectos de reforma laboral. “La CGT debe tener un mensaje contundente hacia el pueblo trabajador; de lo contrario, será irremontable su posicionamiento ante la sociedad”, advirtió.

Respecto de la forma de conducción, el dirigente fue categórico: “El Triunvirato no sirvió nunca. Es el reflejo de que la unidad no existe. Cuando hay unidad verdadera, se elige un representante, hombre o mujer, y todos los gremios lo respaldan”.

También reclamó una autocrítica interna dentro del movimiento obrero: “Los laburantes hoy no saben cuáles son los objetivos de la CGT. No se analiza hacia adentro qué se hizo mal y qué hay que corregir. Si seguimos juntándonos sin unirnos, no podemos quejarnos cuando la política nos maltrata”.

Manrique insistió en la necesidad de construir “un grupo de trabajo sólido, con ideas comunes y objetivos claros”, y cuestionó la tendencia de algunos sectores sindicales a “buscar amigos en los gobiernos de turno para traccionar cuestiones parciales”.

En relación con el contexto político, el dirigente de SMATA advirtió sobre la reforma laboral que, según trascendidos, el Gobierno nacional presentará como parte de un nuevo paquete legislativo: “Se trataría, porque todavía no hay proyecto presentado, de una pequeña ley Bases pero sobre el mundo del trabajo, que modificaría diez leyes. Entonces no alcanza con decir que no estamos de acuerdo: hay que tener una posición firme, porque esto lo vamos a tener que pelear en la calle”.

Por último, Manrique recordó la tradición combativa del movimiento obrero: “Con Rucci y con Ubaldini había gremios con diferencias, pero también puntos en común que nadie discutía. Hoy tenemos que recuperar esa unidad verdadera. Nos queda la calle como elemento de resistencia, y ojalá todos los sindicatos entiendan que hay luchas que no se pueden esquivar, porque está en juego el futuro del mundo laboral”.