
La fábrica de electrodomésticos Electrolux decidió suspender en forma rotativa a sus 400 trabajadores de la planta del barrio Las Delicias durante octubre por el impacto de la caída del consumo y la apertura de importaciones. Desde la UOM advirtieron que «El sector atraviesa una situación trágica».
La empresa Electrolux implementó un esquema de suspensiones rotativas que afecta a unos 400 trabajadores en su planta del barrio Las Delicias, en Rosario. La medida, que se extenderá durante todo el mes de octubre, responde a la fuerte caída en las ventas de electrodomésticos y podría prolongarse en noviembre si no mejora la situación del mercado interno.
Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) advirtieron que el panorama de la industria de línea blanca es “crítico” y refleja el impacto de la contracción del consumo y la apertura de importaciones, que según el gremio “profundiza la recesión industrial y pone en riesgo miles de puestos de trabajo”.
“El sector atraviesa una situación trágica. Muchas pequeñas y medianas empresas ya no pueden sostener la actividad sin recurrir a despidos o cierres”, expresó el abogado de la UOM Rosario, Pablo Cerra, en declaraciones al diario La Capital.

La decisión de la empresa sueca se inscribe en un contexto de baja demanda interna y creciente ingreso de productos importados, especialmente electrodomésticos de origen asiático, cuyos precios resultan más competitivos por el tipo de cambio y la reducción de aranceles dispuesta por el Gobierno nacional.
El rubro de línea blanca, que incluye heladeras, lavarropas, cocinas y pequeños electrodomésticos, es uno de los más golpeados del año. Según datos del sector, las ventas minoristas de estos productos cayeron más del 25% interanual, afectando directamente la producción local.
Las suspensiones aplicadas en Electrolux se instrumentaron bajo el artículo 223 bis del convenio colectivo 260/75, que permite acordar reducciones salariales temporales sin rescindir los contratos laborales. Este mecanismo, utilizado para evitar despidos, ya fue adoptado por unas 30 empresas metalúrgicas de la región, entre ellas Acindar y varias pymes del cordón industrial del sur santafesino.
Los acuerdos se presentan ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, con participación sindical, y prevén que los empleados cobren un porcentaje del salario habitual durante el período de suspensión.
Cerra subrayó que las pequeñas y medianas empresas del sector son las más afectadas. “En muchos casos, la UOM se entera de los despidos cuando ya se enviaron los telegramas. Apostamos a la conciliación obligatoria, pero a veces llegamos tarde. Hay talleres con un solo empleado que trabaja a la par del dueño”, explicó.
De acuerdo con un relevamiento realizado por la UOM Rosario, en lo que va del año se perdieron al menos 2.000 puestos de trabajo en la industria metalúrgica regional. El sindicato atribuye el deterioro a la “liberalización del mercado interno”, que incluso permite el ingreso de electrodomésticos adquiridos en el exterior para uso personal, lo que agrava la competencia desleal con la producción nacional.
La organización gremial advirtió que, si no se adoptan medidas de protección para el sector industrial, la situación podría empeorar en los próximos meses, con nuevas suspensiones o cierres de plantas.