Es el Facebook, estúpido!

No hizo falta ni un mes de recorrido del nuevo triunvirato cegetista para confirmar que lo surgido del Congreso del 22 de agosto es apenas una transición, con estación final incierta, pero mucho mas cercana al “primus inter pares” que al liderazgo mayoritario de aparato y bases sindicales.

Los perfiles de cada uno de los triunviros se acentúan progresivamente, pese a la obstinación que tienen por mostrarse juntos. Luce evidente que Carlos Acuña es Barrionuevo sin carisma y sin pimienta, pero con la misma concepción que Luisito. Juan Carlos Schmid profundiza ese enojo constante que caracterizó a Hugo Moyano en los últimos tiempos y desdibuja -para sorpresa de muchos- ese aura de “tipo pensante” que se había ganado en el microclima sindical. A Héctor Daer casi que le alcanza con ser una década mas joven que sus compañeros para marcar alguna diferencia, y podría decirse que es el único que pareciera preocuparse por expresar un síntesis real entre las vertientes que dieron origen a esta nueva conducción.

Aún así, la gimnasia genética de la CGT para los tiempos de gobiernos no peronistas les permite surfear esa transición ganando cierta centralidad en el arco opositor al Gobierno Nacional, a caballo de un raid de reuniones y una agenda temporal fijada con mojones claros. El próximo de ellos será el Confederal convocado para el 23 de septiembre. Allí, casi inexorablemente, deberá concertarse una medida de fuerza, siendo la discusión real acerca de si es paro con o sin movilización. Si es con movilización no habría forma de no montarla a Plaza de Mayo, con lo que esto implicaría un punto de inflexión en la relación Gobierno-CGT cuando no ha transcurrido un año de gestión. No es el paro la preocupación de la CGT, sino el día después.

Pese a todo ello, el ancho espacio de la orgánica del Movimiento Obrero no toma nota del verdadero conflicto que se cierne sobre ellos y que seguramente sea el lugar a dónde los espera el Gobierno Nacional, buscando la carambola de atender a la CGT y a su más claro puntal político -el tigrense Sergio Massa- esto es, la legitimidad de su conducción y, a partir de allí, la legitimidad política de la CGT misma.

Luce sorprendente que los popes cegetistas, que se han quejado del soslayamiento regular que sobre ellos llevó adelante CFK al no invitarlos a un mísero asado a Olivos, no vean con claridad el ninguneo al que los está llevando la agenda comunicacional que emana de Marcos Peña y es acompañada por todo el dispositivo mediático que juega en la esfera de los intereses del Gobierno Nacional y sus auspiciantes: mientras juegan dentro del sistema y funcionan como la válvula de escape y/o colchón de los conflictos, la CGT es tratada como un actor por los medios y funcionarios, ahora cuando las figuras del campo sindical (desde Pablo Moyano a Sergio Palazzo) se plantan en una discusión frente a las políticas del Gobierno, no sale a contestarle ni el que le sirve café al Secretario del Secretario de Trabajo.

Es decir, cuando son parte del sistema todo bien, cuando reclaman, silencio. O, peor aún, la macro planteada por el Presidente Macri va desde el “bajen costos laborales”, hasta el aún mas feroz “no pongan palos en la rueda”.

Mas ayuda gratis dada por esta columna. Si se fijan bien en el discurso de Macri hecho el mismo día del Congreso que eligió al Triunvirato (otro mensaje) van a encontrar la línea argumental que tiene en gateras Cambiemos para discutirle legitimidad a una CGT en paro: «Ya el general Perón decía que por lo menos cada argentino tiene que producir lo mismo que consume, como un parámetro mínimo. Ahí está la verdad».

https://www.youtube.com/watch?v=Z8Jhe-xQv-s

El importante aparato operativo en redes sociales, que regularmente funciona como infantería en favor de agendas determinadas del Gobierno Nacional (la mas visible es el sostenimiento del Anti K como agenda), ya tiene línea de acción para ir sobre el discurso “ponen palos en la rueda” y “los dirigentes que no laburan y son millonarios”. Y, mal que les pese a los sempiternos secretarios generales, los microclimas de los laburantes y de las dirigencias intermedias, también se forman en estos lugares desconocidos para la amplísima mayoría de ellos.

Cuando se fije la fecha del paro se pondrá en marcha este operativo deslegitimación de la CGT y sus dirigentes. Este dispositivo no tiene como objetivo menguar la medida de fuerza o una eventual movilización, sino que apunta a alambrar en “una minoría intensa” que “pone palos en la rueda” y que “no quiere el cambio sino sus privilegios” para ir sobre una corriente de opinión que apunte a la baja de la sindicalización y a la atomización de la discusión gremial. Apuntan al sistema cultural que sostiene el régimen de unicidad promocionada. Ojo muchachos, tanto reirse de las monjitas, no sea cosa que el «Caballo» Suarez funja en el José Lopez sindical.

Muchos dirigentes gremiales de peso, de aquellos que se jactan de encontrarse cotidianamente con los trabajadores en los sindicatos y en las empresas, argumentan que los del PRO “son de madera gestionando”; puede que tengan razón pero acaso se olvidan que los muchachos del PRO, con Durán Barba a la cabeza, le hicieron creer a una importante masa de laburantes que con Macri se acababa el “impuesto al trabajo,”y de la misma manera convencieron a otros laburantes que viven en el tercer cordón del Conurbano y ganan sueldos menores a 10 mil pesos.- que había que votar el cambio…. Es el Facebook, estúpido!