Los números de este 2018 dan muestras de una crisis económica y social que comienza a profundizarse en el territorio argentino. Mientras tanto, el presidente Mauricio Macri se refiere a la situación como una “tormenta” que ya pasó. Sin embargo, en lo que va de este año ya se registraron más de 32 mil despidos y suspensiones, un 30% mayor a los sucedidos en 2017. Con las alarmas encendidas, el empleo no repunta y la pobreza aumenta a un ritmo preocupante.
En una semana clave para la economía del país donde una misión del FMI llega al país para evaluar las metas que debe cumplir el gobierno y con un dólar que se disparó a pocas horas de un nuevo vencimiento de las Lebacs, el Centro de Economía Política Argentina elaboró un nuevo informe sobre despidos y suspensiones.
En ese aspecto, solamente en julio se dieron 6.588 casos, el doble que el mes anterior y los sectores más perjudicados fueron los de servicios y la industria, que representó el 77%. De este modo, en los primeros siete meses ascienden a 32.794, los mismos corresponden a 12.532 en el empleo público y 20.262 en empleo privado. Así, se observa un promedio mensual de 4.684.
Si se compara con el periodo de 2017, los números superan en 7.296 casos y representa un incremento de casi 30%. En los primeros dos meses de 2018, los despidos del sector público resultan más significativos pero luego aumentaron los registros en el sector privado.
Desde CEPA indicaron que “la industria protagoniza el proceso de despidos y suspensiones también en 2018. Se observa la continuidad en el proceso de expulsión laboral a lo largo de los primeros siete meses del año, promediando 2.138 casos mensuales”.
“Particularmente en el mes de julio de 2018 los despidos y suspensiones del sector industrial fueron quienes motorizaron el fenómeno, representando el 77% de los casos totales del mes”, añadieron.