
Tras la decisión de la CTA de los Trabajadores retornar a la CGT, el espacio liderado por Omar Viviani y Norberto Di Próspero también llamó a unificar la central obrera de cara a un eventual Gobierno peronista. De hecho ya se sumaron a las charlas informales en Azopardo.
«Resulta imprescindible la unidad del movimiento obrero para constituirse en la columna vertebral del proyecto nacional y garantizar la puesta en marcha de un plan de crecimiento para consolidar el desarrollo», sostuvo el MASA.
El espacio que en principio había apuntalado la candidatura presidencial de Juan Manuel Urtubey, que más tarde quedó en la nada, también adhirió a la iniciativa de Fernández de forjar una suerte de pacto social y remarcó que «dentro de este marco deben ser integrados los sectores empresarios y todos aquellos que interpreten los grandes desafíos que hay por delante».
Tras remarcar su apoyo al Frente de Todos «con el convencimiento de que ha llegado la hora de los pueblos», el Movimiento de Acción Sindical Argentino llamó a que en las elecciones del 27 de octubre «a través del voto soberano se derrote definitivamente este proceso de concentración de la riqueza en sectores minoritarios en detrimento de millones de argentinos».