Tras el fallecimiento de Clay Jara y la asunción de su hija Lucía en su lugar, arde el Sindicato del Fósforo

(Por Pablo Maradei) Luego de la muerte de Clay Jara Toledo, las hijas, sucesoras legales de su padre, se adueñaron del gremio del fósforo e intentan ahora desplazar a integrantes del Consejo Directivo, pero hay resistencia interna. Final abierto.

Como suele pasar en los gremios que no tienen alternancia en su conducción cuando muere su líder y no hay un sucesor natural explotan los equilibrios puertas adentro. Esto es lo que pasó en el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Fósforo, Encendido, Pirotecnia, Velas y Afines (SOEIFEPVA). El 6 de enero de 2024 murió su secretario general Clay Jara Toledo quien, astuto, había puesto a sus hijas en la línea sucesoria: Lucía (secretaria Adjunta) y Shirley (secretaria de Finanzas).

Como buen dirigente sindical también era el titular de la Obra Social -OSPIF- y de la Mutual Encender; lugares donde también quedó todo patas para arriba cuando murió: de hecho, en mayo de 2024, el Gobierno nacional, a través de la Superintendencia de Servicios de Salud, intervino la OSPIF por graves irregularidades.

Paréntesis 1: luego de la muerte de Clay quedó a cargo de la OSFIP, Héctor Gómez; pero las hermanas y la contadora nunca lo dejaron asumir en los hechos y lo vaciaron de poder. La aventura duró apenas 4 meses hasta la intervención. Al momento de la intervención la entidad tenía varios millones de dólares de deuda.

Paréntesis 2: el SOEIFEPVA es un gremio chico, que tiene menos de 50 afiliados (todos trabajan en la Compañía del Fósforo, en San Martín), pero su gran caja es la obra social. Allí hay cientos de miles porque como contó este cronista, Clay, entre otras cosas, armaba kermeses en el camping sindical y les hacía firmar a los que asistían un formulario de inscripción a la OSFIP. También recorría vecindarios afiliando trabajadores informales. 

Desatada la guerra intestina ni bien muere Clay y por lo que recogió InfoGremiales, las hermanas Jara le pidieron a Alejandro Rojas, secretario de Administración, que les extienda el poder para manejar las cuentas bancarias. Rojas considera inapropiada la maniobra y que eso debe ser aprobado por el Consejo Directivo con auditoría contable incluida, pero nada de eso sucede. Siempre de acuerdo a la denuncia penal fue que «las hermanas le adulteran la firma ante las autoridades del banco (…) empezando a operar la cuenta» hasta que Rojas las denuncia en el banco y en la Justicia. 

Tras el fallecimiento de Jara y la asunción de su hija en su lugar, arde el sindicato del fósforo

Las irregularidades seguían inundando la institución; de hecho Rojas presentó pedidos a la secretaría de Trabajo para que obligue a las hermanas Jara a realizar una reunión de Consejo Directivo, lo que no se hacía (y sigue sin hacerse) desde «hace 3 años». También indica que «37 afiliados pidieron la expulsión» de las hermanas. Por ahora, y como vienen denunciando muchos sindicatos, la Dirección de Asociaciones Sindicales es una cáscara vacía que no da respuestas. 

Pero el retruque de las hermanas Tejada vino por el lado del contraataque: convocaron a una Asamblea Extraordinaria para el 16 de mayo para expulsar a Rojas del sindicato. 

A todo esto, este año debería haber elecciones en agosto para que la nueva conducción asuma en diciembre. Por el lado del oficialismo se baraja que podría suceder a las hermanas Sergio Alberth Delgado Jara, que es el sobrino de Clay.

A todo esto y por la documentación que le hicieron llegar a InfoGremiales la familia Jara tendría armadas varias empresas, propiedades y una decena de vehículos, algunos de ellos de alta gama.