Todas las historias que dejó el Congreso de la CGT

Al que madruga

Muy temprano. Cerca de las 7 AM comenzó la reunión para acercar posiciones entre los sectores de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló, con la Corriente Político Sindical Federal que lidera Sergio Palazzo. Como nunca en el pasado cercano, las negociaciones continuaron hasta entrada la mañana del mismo día de la elección. Mientras tanto los congresales que respondían a Palazzo, que ya se habían acreditado y estaban dentro de Obras, esperaban alguna señal para saber como comportarse. El cónclave cerró sin acuerdo cerca del mediodía y momentos más tarde bajó la orden para retirarse y dejar el lugar vacío.

CqeUmZvWIAAcbf3Aparateada y amenazas

Cuando ya todos sabían que el espacio de Palazzo se iba a retirar del Congreso sin aceptar ningún cargo, comenzó el tironeo por tomar la palabra. Aunque los congresales de la Corriente reclamaban enfáticamente el micrófono, casualmente nunca les tocaba el turno. Luego de un griterío reclamando expresarse, se encendió uno de los momentos más calientes de la mañana. Primero Hugo Moyano, desde el escenario, disparó: «acá no vengan a gritar que le vamos a dar la palabra a todos, pero en el momento que corresponda». Tras la frase del camionero, desde las tribunas colmadas por militantes del gremio, bajó un cantito muy gráfico. «olele, olala, a todos los traidores los vamos a matar», bramó la popular de Obras Sanitarias señalando, especialmente, a Sergio Palazzo. No pasó a mayores.

Ni un boina blanca

«Los gremios son de Perón», reza una de las frases más extendidas en el sindicalismo peronista argentino. Y eso le hicieron sentir a Sergio Palazzo. Es que el titular de La Bancaria, de reconocida extracción radical, pasó un momento tenso cuando desde las tres tribunas altas de Obras Sanitarias empezaron a pedirle que se vayan porque no querían radicales en la CGT.

Los garrochazos que no fueron

En los días previos al Congreso comenzó a circular fuerte la versión que sostenía que en la composición del Consejo Directivo de la CGT podrían haber (una o mas) sorpresas. Se apuntaba expresamente a algunos dirigentes del MASA a los que se los tentaba para abandonar a Omar Viviani e integrarse a la unidad. Aunque hasta cerca del mediodía nadie se animaba a confirmar que ningún hombre del espacio iba a dar el salto («Dijeron que no iban, pero vos viste como son los dirgentes», confió una importante fuente del MASA), no hubo garrochazos.

CqfF01lWEAAu26mLa UOM y el marxismo de Groucho

Francisco «Barba» Gutierrez y Abel Furlan fueron dos de los impulsores y promotores de la Corriente Político Sindical Federal. Los metalúrgicos, que sistemáticamente se mostraban lejos de Antonio Caló y acompañaron a Palazzo en todo el proceso de lanzamiento de su candidatura, sin embargo cambiaron su parecer. Cuando el sector de Palazzo resolvió abandonar Obras Sanitarias no se retiraron del Congreso. Pero hay más, es que votaron en favor del triunvirato, y ya sin la competencia de los dirigentes de la Corriente y con los casilleros vacíos que estaban destinados a ese espacio, Gutierrez se quedó con un lugar en la Comisión Directiva de la CGT reunificada. «Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros».

Vamos a volver

En el Congreso de una CGT que nace marcada a fuego por la prudencia, ni los momentos picantes se salieron de eje. Cuando la Corriente Político Sindical Federal comenzó la retirada bramó el tradicional «Vamos a volver», casi desafiante. Sin embargo, no sólo no generó violencia, sino que tampoco la respuesta fue alta temperatura. Se escuchó algún grito, pero no voló ni una botella de plástico. Todos los asistentes coincidían en remarcar que en otra época, un hecho semejante podría haber generado, mínimo, una escena de far west.

CqejFg1XEAAI-fPEl sindicalismo no es cuestión de mujeres

La notoria escasez de mujeres en el mundo sindical argentino no es novedad. De hecho, en la nueva conducción de la CGT hay sólo dos lugares destinados a mujeres de un total de 37 casilleros a cubrir. Lo que si fue una novedad en el Congreso de ayer, fue la llegada de una agrupación de mujeres que repartió unos volantes reclamando participación. Las autodenominadas «Juanas sindicales», pidieron respeto por la ley de cupo sindical y generaron revuelo entre los congresales que no terminaban de entender a quién respondían. «Estamos todos en la mesa, menos nosotros», remarcaban con absoluta razón.

Santa unidad sindical

«Son casi 100 gremios los que quedan afuera, pero no te hagas problema. El año que viene llega el Papa Francisco y vamos a estar todos juntos porque así lo piden desde el Vaticano», dijo una fuente sindical con terminales cercanas al Sumo Pontífice. Sucede que la idea que circulaba entre los asistentes giraba en torno a una posible «reconciliación» con el MASA y la Corriente en el corto/mediano plazo. Para fortalecer esa concepción repetían, una y otra ves: «el Papa pidió la unidad». Francisco parece ser la palabra clave que reunirá al triunvirato con los hijos pródigos.

El festejo de cumple que no fue

«La fecha la puso él y no vino», remarcó Héctor Daer en una entrevista televisiva. El flamante integrante del triunvirato que conduce la CGT se refería a Gerónimo «Momo» Venegas, hombre de la UATRE que escogió el día para reunificar la CGT, y la alusión no fue inocente. Es que la dinámica de las negociaciones que lo dejó al margen, llevó a que Venegas le diera la espalda al Congreso, que congregue su tropa en las 62 Organizaciones Peronistas y hasta presente una impugnación en el Ministerio de Trabajo. Los conocedores del paño sindical recordaban que gran parte de la furia del «Momo» tenía que ver con la desarticulación de su plan. Ayer, 22 de agosto, era también el cumpleaños del titular de los peones rurales y la fantasía del «Momo» era festejarlo asumiendo la titularidad de la CGT. No estuvo ni cerca.