Terminado el Mundial la CGT vuelve al ruedo

Una vez terminado el obligado receso que impuso la fiebre mundialista, la cúpula CGT oficialista que comanda Antonio Caló se reunirá el miércoles en la sede del gremio de los taxistas, que lidera Omar Viviani.

Las preocupaciones principales que trascendieron de parte de los asistentes son la crisis que sufre el sector automotriz y la falta de actualización del Mínimo No Imponible del Impuesto a las Ganancias.

Este año el sector industrial sufrió duros golpes por la retracción de la actividad. «En lo que va del año tenemos 10.000 suspendidos y 2000 despedidos. A la larga, se resiente todo. Estoy preocupado», admitió Caló en declaraciones al diario La Nación.

El jefe de la UOM también habló de la «preocupación cada vez más grande» por la no actualización del mínimo no imponible de Ganancias aunque se mostró confiado en que habrá respuestas por parte del Ejecutivo como había publicado la semana pasada Info Gremiales.

«Sabemos que el Gobierno está abocado al tema de los fondos buitre. Creemos que después llegarán las respuestas», estimó Caló al tiempo que adelantó que la reunión del miércoles podría determinar un comunicado o solicitada con los reclamos al Gobierno.

Sin embargo, el metalúrgico había sostenido que al gobierno «no le conviene crear falsas expectativas a los trabajadores» entendiendo que no se hagan anuncios sin precisiones.

Claro que como vuelven al ruedo los dirigentes de la CGT oficialista, también retornan a la actividad los referentes de las demás centrales obreras.

La CTA que conduce Pablo Micheli ya anunció un plan de lucha para «armar un gran paro nacional» como el que realizó el conjunto del sindicalismo opositor el pasado 10 de abril.

En tanto, las CGT opositoras de Hugo Moyano como la de Luis Barrionuevo se preparan para convocar a un nuevo paro general, de acuerdo a lo que anticiparon días atrás: «Después del Mundial, habrá paro», había dicho el gastronómico, contundente.

«Hay una gran irritación alrededor del tema de Ganancias y el Gobierno ni siquiera da señales», se quejó Juan Carlos Schmid, hombre de confianza de Moyano.