«Se puede estudiar una modificación de Ganancias»

Ayer el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, abrió la puerta a debatir cambios en el Impuesto a las Ganancias. Aunque la señal lanzada desde la Cámara de Diputados se hizo presente con reparos y advirtiéndole a los legisladores que es necesario tener en cuenta la estructura tributaria y el impacto fiscal de las posibles modificaciones, es un guiño en el marco de las negociaciones paritarias que se desarrollan y se avecinan.

A diferencia de lo que había planteado este martes, Capitanich sostuvo que la presidenta «le propone al Congreso que cualquier iniciativa se pueda estudiar con mucha precisión y con análisis de su impacto».

Ganancias volvió a escensa en un momento donde se negocian las actualizaciones salariales para millones de trabajadores. Desde las centrales sindicales es un reclamo compartido, aunque con distintos métodos. Por su parte la CGT que encabeza Caló viene charlando el tema en su apuesta al dialogo y las centrales opositoras lo tendrán como uno de los puntos que reclamarán en el paro del próximo jueves.

Además, una modificación de ganancias puede servir para quitar un componente a la puja distributiva que se está dando en las paritarias de varios sectores de la economía que tienen una importante cantidad de trabajadores que tributan. Este es el caso de Camioneros, Alimentación, Petroleros, Bancarios, La Fraternidad, Unión Ferroviaria, Metrodelegados, Recibidores de granos, Aceiteros, SOMU y Mineros que todavía no tienen cerradas sus negociaciones.

Todos estas actividades, que están discutiendo o discutirán en los próximos meses, sentirían un alivio con una suba del mínimo no imponible al momento de acordar las subas salariales para el año en curso. Ayudaría a aliviar la situación.

Claro que la discusión es más profunda. Concretamente estamos hablando de descomprimir la presión tributaria sobre el sector de los trabajadores mejor pagos. Una actualización del mínimo no imponible impactaría directamente en el 10,2% de los asalariados registrados con mejores salarios de la Argentina, mientras que no significaría ningún cambio para el restante 90%, ni para los no registrados.

Si bien parece que es necesario implementar un sistema de adecuaciones del mínimo no imponible, estamos focalizando nuestras preocupaciones  por una minoría de los trabajadores con mejores salarios que logran poner en agenda sus reclamos por sobre las necesidades de la gran mayoría.

Los números son claros. Ganancias alcanza al 10,2% de los trabajadores registrados que, a su vez, representan dos tercios del total de los asalariados. Por lo tanto, en números absolutos, los que tributan ganancias apenas alcanzan al 8% del total. Este reclamo deja de lado las necesidades del 92%.

La reivindicación tributaria sobre el mínimo no imponible está dentro de la agenda sindical, pero también dentro de la agenda política, ya que es sostenida desde diversos sectores. Aunque parece ser justa, no parece prioritaria.

Las soluciones y los esfuerzos fiscales deberían alcanzar primero a los que se encuentran en situaciones de empleo con mayor precariedad para luego avanzar a los mejor pagos. Lo lógico sería preocuparse primero por la base de la pirámide, para luego concentrarse en los que están arriba.