Pereyra logró beso y abrazo entre Moyano y Parrill

El viernes el seretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, el ministro de Planificación Julio De Vido y el titular de la CGT opositora Hugo Moyano, coincidieron en el acto de inauguración de un sanatorio del gremio de los petroleros que conduce Guillermo Pereyra en la localidad de Plaza Huincul.

El encuentro, encabezado por el senador nacional, secretario general adjunto de la CGT opositora y mentor del acercamiento, Pereyra, contó, además, con la asistencia del gobernador neuquino Jorge Sapag quien fue fuertemente repudiado por los trabajadores petroleros asistentes.

Luego de la palabra de Pereyra, tomó el micrófono Moyano quien dirigió duras críticas al gobierno nacional mientras los funcionarios lo observaban sólo a unos metros. También aprovechó la ocasión para convocar a la marcha que realizará le sindicalismo opositor el próximo miércoles a la Plaza de Mayo.

El cruce entre De Vido y el camionero fue frío y distante. Aunque evitaron las fotos comprometedoras, mucho mas amistoso fue el saludo entre Hugo Moyano y Oscar Parrilli, quienes se dieron un beso, un abrazo y compartieron una distendida charla en la carpa vip ubicada en el lugar.

El acto sirvió, también, para que Pereyra lance su candidatura a gobernador de Neuquen. Guillermo Pereyra tomó relevancia en los últimos años por controlar a los trabajadores de Vaca Muerta y se convirtió en una pieza clave de articulación entre el sindicalismo y la política. Ese rol fue consolidado con su elección como Senador el año pasado.

Pereyra, logró sostener un perfil dialoguista y cercano con el gobierno nacional y con otros sectores del PJ a pesar de la escalada de hostilidades de los últimos años con el moyanismo. De hecho desde su banca en el Senado suele acompañar y colar sugerencias en varios de los proyectos presentados por el oficialismo.

El petrolero es un hombre trascendente para el rearmado político de la CGT Azopardo de cara a las elecciones de 2015. Con un perfil bajo y un estilo cansino, Pereyra sostiene conversaciones con el oficialismo nacional, con dirigentes del PJ opositor, pero también con referentes de otros partidos, entre ellos Mauricio Macri del PRO.

La candidatura de Pereyra lo coloca como el principal hombre del movimiento obrero con posibilidades concretas de acceder a un puesto ejecutivo de relevancia. Este potencial que busca ser capitalizado por el moyanismo, también atrae a otros.

Pereyra intenta construirse como “el candidato de unidad” y tiene su juego propio tanto en la CGT como en la política. Por el momento es el único que puede darse el gusto de articular intereses que parecen irreconciliables e intenta convertirse en la bisagra que una lo que viene.