Patovicas: de la represión a la contención

Un revelamiento de 2006 del Ministerio de Trabajo de la Nación mostró que la informalidad en la actividad ascendía al 99,5% en la provincia de Buenos Aires. Hoy en día, según el propio Leandro Nazarre, Secretario General del SUTCAPRA, «el trabajo en negro sigue siendo una de las prioridades sobre las que avanzar, pero se mejoró sensiblemente».

A una década del surgimiento del sindicato, las tres metas que se impusieron fueron formalizar y profesionalizar la actividad y cambiar la imagen que la opinión pública posee de los trabajadores.

En primer lugar, lograr la personería jurídica y demás instancias institucionales para funcionar como un sindicato nacional. Amén de conseguir leyes que legislen la actividad. En mayo de 2008, el Congreso Nacional sancionó la ley 26.370, que crea y regula el “control de admisión y permanencia” como actividad específica y profesionalizada, asignada al cuidado de personas en establecimientos de entretenimiento destinados al público en general.

Tras la lucha de los trabajadores de SUTCAPRA, se logró que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsara un texto legislativo (Ley 4.010) en adhesión a la ley nacional. La nueva legislación había sido presentada por el bloque Pro y consiguió sanción en diciembre de 2011, pero nunca fue reglamentada. Además, fue el mismo bloque oficialista quien en diciembre de 2013 aprobó la Ley 4.855, que derogó a la 4.010.

En la búsqueda de su autonomía, el SUTCAPRA luchó para no ser anexado por otros sindicatos históricos, como SUTEP, UTEDYC y los gastronómicos del voraz Luis «Bandeja» Barrionuevo.

Por otro lado, la meta de cambiar el perfil del controlador. En esta tarea, se juntó con el padre de un chico asesinado en 2006 por patovicas en Lanús, Martín Castellucci, con quien vienen trabajando para develar la estructura informal del negocio de la noche. En gran medida, con capacitaciones y la propia legislación, cambiaron el paradigma. De grandotes que reprimen a profesionales que contienen y protegen desde la comunicación.

La semana pasada, mientras inauguraban una nueva sede en San Pedro, Nazarre trazaba el siguiente balance: “Hoy tenemos un convenio colectivo de trabajo, tenemos más cosas que se han ido cumpliendo. También tenemos como objetivo profesionalizar esta tarea; además hemos logrado una ley nacional y que seamos reconocidos en todo el país”.