Se trata del Fondo de Asistencia Laboral (FAL). «Va a alimentar el mercado de capitales con US$ 4.000 millones por año», sostuvo el ministro de Economía, Luis Caputo. Explicó que su naturaleza no es laboral sino financiera. Será manejado por fondos privados y Economía pondrá un pie.
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó las sospechas sobre la promoción del curioso Fondo de Asistencia Laboral (FAL) dentro de la Reforma Laboral. Es que nadie entendía por qué se promovía el desfinanciamiento de la seguridad social ni que ocurriría con ese dinero que pasará a estar en manos de privado.
La misión, según reconoció, es recrear un parque de grandes inversores institucionales, como lo fueron las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) en los 90 –y cuya nacionalización terminó teniendo un alto costo reputacional para el país-, que sirvan para alimentar a un nuevo mercado de capitales.
«Nosotros buscamos recomponer el mercado de capitales. Como parte de la reforma laboral, con el FAL, se va a alimentar un nuevo mercado de capitales; son US$4000 millones por año que va a alimentar el mercado de capitales», dijo Caputo descartando la trascendencia en materia laboral de la herramienta cuestionada por los gremios.

«En todos los frentes de reformas, el equipo económico siempre va a tener el sesgo para intentar fomentar instituciones que aporten al desarrollo de mercado de capitales» le dijo otro funcionario de Economía a La Nación.
Para el FAL las firmas aportarán un 3% de las remuneraciones que se toman como base de cálculo para las contribuciones patronales que van al SIPA. Y el Estado se lo descontará de las propias contribuciones que hace la firma a la Anses. El costo del FAL es cero para las empresas, es decir, es todo del Estado.
Ese 3%, además, será manejado por fondos privados, que estarán registrados en la CNV y que podrán invertir en el mercado de capitales ese dinero para «mantener su valor».




