Los estatales bonaerenses afirmaron que “el conflicto está garantizado”

A metros del Congreso los estatales provinciales nucleados en ATE, y representantes de la CTA opositora, junto a los médicos nucleados en CICOP y el gremio de los judiciales, escenificaron su paro y movilización contra el gobierno de Daniel Scioli, con reclamos variopintos: desde apertura inmediata de las paritarias y un piso salarial de 9 mil pesos hasta recategorizaciones, pases a planta y aumento de asignaciones familiares.

Además, junto a Vilma Ripoll, del MST, el diputado provincial del FIT, Christian Castillo, representantes de la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de pie, De Isasi regaló guiños al resto del sindicalismo opositor y pidió “una unidad amplia de los trabajadores, para no ser meramente testimoniales”.

Sobre Callao, ante poco más de mil manifestantes (número menor al promedio que suele movilizar ATE bonaerense), que habían marchado desde Congreso hasta la Casa provincial, De Isasi afirmó que “la devaluación actual es una transferencia de riqueza a sectores concentrados en detrimento de las mayorías populares”.

Si bien no se hablaron de porcentajes concretos de aumento, los representantes de ATE rechazaron el techo salarial del 25% que plantean algunos gobernadores.

Y Lidia Braceras, dirigente de los docentes de SUTEBA de Quilmes, opinó que “no podemos pedir menos de 9 mil pesos de sueldo inicial”.

Por su parte, De Isasi, quien había participado ayer de la primera (y algo genérica) reunión del año con el ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, dijo “no tener «mucha confianza en que este conflicto se pueda resolver a lo largo de febrero».