
La visita del candidato a Presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, a Tucumán dejó un nuevo capítulo en la larga batalla de la cúpula de la Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA) y el secretario de Trabajo Lucas Fernández Aparicio por la intervención de la obra social sindical que el Gobierno Nacional intenta perpetuar.
El líder del gremio, Juan Correa, se sumó al acto, se fotografió con Fernández y aprovechó la llegada de Héctor Daer y Carlos Acuña para reforzar la presión sobre el secretario de Trabajo Lucas Fernández Aparicio que hace poco había intentado impugnar su cargo.
Correa consiguió un documento de la CGT Tucumán, avalado por la central obrera nacional, en la que denuncian la intervención política de la Obra Social de los azucareros, que debería ser administrada por la Federación, y apuntan a Aparicio y al ex titular de la Superitendencia de Servicios de Salud, Sandro Taricco, por abuso de poder y violación de sus deberes de funcionario para «usurpar» la organización de los trabajadores.
La denuncia está, además, en sede judicial y amenaza con perseguirlo al secretario una vez que deje su cargo a fin de año. De hecho, lo responsabilizan por el perjuicio que la intervención provoca en la OSPIA, donde el José Leguizamón, el interventor, está denunciado por enriquecimiento ilícito.
Por último y como muestra de respaldo al azucarero, la CGT Tucumán se declaró en estado de alerta y movilización y pidió que los funcionarios del PRO dejen de usurpar los cargos que le corresponden a los trabajadores.