Linea 60: barras, desalojo y servicio paralizado

El piquete de los choferes se realizaba en la subida a la avenida Mitre, en Avellaneda, mano a Capital Federal, mientras el servicio se encontraba totalmente interrumpido.

Anoche, unos 70 agentes de la Policía Federal desalojaron la estación Constitución, donde se encontraban los colectivos en conflicto con la empresa a raíz de más de medio centenar de despidos. En el lugar quedó una fuerte custodia por orden de la jueza María Servini de Cubría.

Poco antes de la medianoche, policías de la División de Infantería cerraron en la calle
Guanahani al 200 del barrio porteño de Constitución para impedir que los trabajadores de la línea 60 pudieran ingresar o salir de la cabecera de la línea.

Según informó TN, este lunes por la tarde la jueza María Romilda Servini de Cubría habría ordenado un desalojo de dicha cabecera sin embargo durante la madrugada ni los trabajadores ni sus abogados estaban notificados de dicha resolución.

Aunque después de unas horas, el cordón policial se trasladó a la puerta de la empresa, los trabajadores en asamblea decidieron medidas de fuerza entre las que se destaca un corte parcial en el Puente Pueyrredón y otro en la Panamericana a la altura de Ingeniero Maschwitz.

En el lugar, Néstor Marcolini delegado de la línea 60 sostuvo: «El subcomisario Sánchez de la Comisaría 26, a cargo del operativo, nos dice que le pidamos el oficio a la juez Servini de Cubria. Siempre mandan a la policía para resolver un conflicto gremial, hay siete carros de infantería rodeándonos. Cuando roban o lastiman a un trabajador en esta esquina no hay policía ni fiscales pero cuando la empresa tiene un problema con los trabajadores, mandan a la Infantería y a la Justicia. Están apagando el fuego con nafta».

Luego agregó: «Evidentemente les dolía mucho la medida de fuerza de no cobrar boleto, mucho les dolía. Tenían miedo que fuese un ejemplo para todos los trabajadores del transporte».

Por su parte el abogado de los trabajadores, Nicolás Espósito, explicó: «Ya nos presentamos en el juzgado federal del Servini de Cubría pero no nos entregan copia de la resolución. Esto es un lock out patronal y una interrupción del servicio público de pasajeros. Para garantizar las ganancias de la empresa, ponen a la policía y a la Justicia a su servicio».

El conflicto de los choferes de la línea 60 de colectivos con la empresa Micro Omnibus Norte SA (Monsa) no cesa. Ayer fue otro día casi sin servicio ya que continuaba la medida de fuerza de los trabajadores que piden la reincorporación de sus compañeros despedidos.

En diálogo con radio La Red, el delegado Esteban Simonetta aseveró que no había servicio y acusó que desde que la empresa retomó las cabeceras, no saca los coches a la calle. «Los va a intentar sacar con gente de otras líneas de colectivos y hasta con barrabravas de Chicago y River. Quieren venir a romper la huelga», denunció.

El sábado pasado, y tras 18 días de conflicto, los choferes de la línea 60, que mantenían paralizadas las actividades por el despido de trabajadores, llegaron a un principio de acuerdo con la compañía para la reincorporación de los despedidos aunque sigue el proceso de conciliación obligatoria.

Tras varios días de tensión y de una fuerte custodia policial en una de las terminales de la empresa de transporte de pasajeros, el jefe de la Unión Tranviaria Automotor, Roberto Fernández, reveló que se logró «un acuerdo» con la empresa y dijo que la firma «accedió a reincorporar a los 47 trabajadores despedidos». Las reincorporaciones, según el dirigente, se realizarán «inmediatamente y con entera normalidad» en el cumplimiento de las funciones que tenían antes de ser echados, aunque continúa la conciliación obligatoria.

El presidente de la empresa, Marcelo Pasciuto, lamentó que el conflicto superó las dos semanas con paros y sin venta de boletos. El juez de Garantías 2 de Moreno, Gabriel Castro, llamó el jueves a la compañía y a los trabajadores a establecer la frecuencia habitual de circulación de la línea 60 tras constatar en las cabeceras que las unidades podían prestar servicio.

El conflicto entre la empresa MONSA y los choferes comenzó el 25 de junio, cuando los trabajadores dejaron de cobrar pasaje en repudio al despido de un compañero, tras lo cual la compañía echó a otro grupo de empleados.

La línea 60 transporta a unos 250 mil pasajeros por día, entre Constitución y los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar