La UOM empuja a la CGT y anunció una «masiva movilización» para el 14 de febrero

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se movilizará «masivamente» el próximo 14 de febrero desde el Ministerio de Trabajo hacia la cartera de Producción en rechazo de «las suspensiones, despidos, cierres de fábricas y apertura de las importaciones», confirmaron ayer los dirigentes de ese gremio Francisco Gutiérrez y Abel Furlán luego de una reunión en la CGT.

Los dirigentes de los gremios industriales se reunieron durante casi dos horas y media en la sede obrera de Azopardo al 800 y, en una conferencia de prensa posterior, Gutiérrez y Furlán confirmaron la marcha, en la que participarán los trabajadores de la fábrica de computadoras y tablets Banghó, del partido bonaerense de Vicente López, y las filiales porteña y bonaerenses.

Además, Gutiérrez adelantó que la UOM reclamará al consejo directivo cegetista el jueves próximo «la convocatoria a una gran movilización de todos los gremios industriales» ante «la falta de política industrial del gobierno y la apertura indiscriminada de las importaciones».

Además de Gutiérrez y Furlán (metalúrgicos), en el encuentro de hoy participaron Rodolfo Daer (alimentación y secretario de Industria y Producción de la CGT); Domingo Moreyra (ceramistas); Agustín Amicone (calzado); Roberto Coria (guincheros)); Hugo Benítez (textiles) -todos vocales- Carlos Frigerio (cerveceros y secretario de Actas de la central) y Walter Correa (cuero).

«La política del gobierno destruye empleo de forma permanente, provoca el cierre de establecimientos de pequeñas y medianas empresas, en especial de sectores manufactureros de tarea intensiva, y no hay estrategias de protección para los productos nacionales. Las consecuencias son terribles, porque el ahondamiento de la desocupación implica desorden social. Esto será analizado por el consejo directivo el jueves», afirmó Daer.

El dirigente -ex secretario general de la CGT durante ocho años- aseveró que el gobierno «no garantiza las bases del entendimiento que aportó la central sindical en 2016», y rechazó «el incumplimiento patronal respecto de despidos y pago de bonos».

Gutiérrez subrayó a su turno que «la Mesa de Diálogo para la Producción y el Trabajo se rompió por los incumplimientos del gobierno y los patrones, a pesar del esfuerzo de la CGT, que acompañó la gobernabilidad, la institucionalidad y la paz social» y auguró «una inflación superior al 25 por ciento para 2017».

«El diálogo debe tener resultados. La apertura indiscriminada de las importaciones es una maniobra del gobierno, que procura flexibilizar mano de obra y convenios y reducir el costo laboral. Ello destruirá la producción local y el trabajo argentino. La desocupación ya superó el 10 por ciento. Ya cerraron 5.800 empresas industriales y 2.000 comercios. El mundo desarrollado pelea por el trabajo. No pueden abrirse las fronteras», aseguró.

Para Gutiérrez, ex intendente de Quilmes, el movimiento obrero «no se opone a las importaciones, pero reclama un plan industrial»; por lo que se negó a que «se importen los productos terminados».

Daer dijo que «la responsabilidad la tiene ahora el gobierno» y señaló que «la política económica no cierra a nivel social y los beneficiarios son los sectores financiero, agrícola y minero».

Los metalúrgicos marcharán el 14 de febrero a Trabajo, en el marco del vencimiento ese día de la conciliación obligatoria en Banghó.

«El presidente Mauricio Macri debe reflexionar acerca de su decisión de cerrar la industria informática nacional, que emplea a jóvenes técnicos. Se habla del ‘Empleo joven’, pero clausura compañías donde trabajan. Queremos discutir el costo de producción, que en el sector es del 4 por ciento. El resto son impuestos y hay que analizar como reducir el precio final», dijo.

Gutiérrez señaló que son 10 mil los trabajadores metalúrgicos que están empleados en la industria informática y reclamó que el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, convoque al diálogo.

Benítez, de textiles, condenó «la apertura de importaciones» y detalló que hay 8 mil suspensiones y adelantamiento de vacaciones y 1.400 trabajadores despedidos en esa industria nacional.

Para Daer, los anuncios de nuevos aumentos tarifarios «no podrán ser soportados por las Pymes» y señaló que así «será imposible la pretensión de negociar paritarias por el 17 por ciento».

«Queremos una gran marcha nacional de la industria en defensa del empleo y la actividad para luego del 14 de febrero y así será planteado el jueves a la CGT», concluyó Gutiérrez.

El consejo directivo de la UOM deliberó ayer y decidió «ganar las calles» en todo el país en rechazo de «la realidad social».