La CGT se reúne con Alberto Fernández y presiona por aumentos salariales para hacerle frente a la inflación

Alberto Fernández recibirá a integrantes la CGT en Olivos. Reclamarán fondos para las obras sociales para cubrir el sector discapacidad. El posible aumento por suma fija vuelve a sonar en el debate y se abre otra opción de un bono por única vez. Sergio Massa podría sumarse al encuentro.

Con una expectativa de inflación anual que hace rato dejó atrás el 60% de mediados de año, hay revisión masiva de paritarias que deja el anual alrededor del 80%. El salario aumenta pero los precios, como el horizonte, se alejan ante cada avance. En este contexto, el presidente de la Nación Alberto Fernández convocó a la mesa chica de la CGT a una reunión en Olivos.

La especulación gira en torno a medidas para amortiguar el impacto inflacionario en las familias trabajadoras aunque no habría anuncios inmediatos.

Respecto a un posible aumento de suma fija, el sector de los llamados «Gordos», pesos pesados del sindicalismo, rechazó la medida porque calculan que esto achataría las negociaciones paritarias. En la línea opuesta, los sectores más alineados con Pablo Moyano y la Corriente Federal, la impulsan con la meta de que llegue no solo a los gremios mejor posicionados para negociar. El sector del barrionuevismo, encarnado en Carlos Acuña anunció que no la impulsa pero tampoco se opone si la Casa Rosada así lo decide.

Otra opción que se baraja es la de entregar un bono no remunerativo por única vez. Ambos esquemas quedaron bajo el análisis del equipo económico que lidera Sergio Massa, pero el ministerio sigue sin definir.

«Está en plena marcha la renegociación de la mayoría de las paritarias, no hay contexto para avanzar con una suma fija que la CGT ya rechazó», le dijo a Clarín uno de los gremialistas.

La semana pasada Sergio Massa ya le prometió al triunvirato cegetista la inclusión en la ley de Presupuesto de una partida de fondos extra para aliviar a las obras sociales sindicales con destino a gastos de transporte y educación de discapacitados, que hasta ahora eran financiados por las prestadoras sindicales con un costo anual de unos $ 100.000 millones.