
La empresa aseguró que «mantiene su actividad acorde con el nivel de producción alineado a la actual situación del mercado». Es decir, un ajuste de personal que llevó a los rumores de cierre que ayer colmaron las calles de Brandsen.
En un comunicado, indicó que «se trata de una decisión que lamentamos tener que tomar y que no guarda relación con el desempeño del personal afectado, pero que resulta inevitable frente a la situación que, como es de público conocimiento está impactando fuertemente en el sector de la industria automotriz».
La empresa indicó que «todo este proceso de readecuación se está realizando con la debida comunicación al personal, a los representantes gremiales y a las autoridades».
Clapp es una empresa metalmecánica argentina, radicada en la provincia de Buenos Aires desde hace más de 50 años. Mecaniza y ensambla componentes para la industria, principalmente automotriz, desde bombas de aceite hasta ejes completos de vehículos utilitarios.
Posee un parque de equipos de última generación que le permiten ser la única empresa argentina que mecaniza y ensambla tapa de motor para equipo original.
La planta de fue fundada en 1949 y paulatinamente fue incorporándose a la cadena de valor de la industria automotriz.
Tras diferentes etapas, pasó a manos de PSA, en tanto que en el 2018 se decide la venta de la planta, llegando a un acuerdo con el Grupo Clapp para continuar la operación.