Incendian la camioneta de un dirigente y asoma una feroz interna en el SOMU

La quema de una camioneta de la delegación rosarina del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), con una bomba Molotov, parece empezar a visibilizar un quiebre que tiene connotaciones locales, pero que también podría extenderse a nivel nacional.

Se trata del vehículo que era manejado por Pablo Ghietti, delegado de la seccional Rosario del SOMU, que estaba a nombre de la organización sindical y que apareció incinerado. Fue un mensaje claro para Ghietti, quien se ausentó por dos meses de la seccional aduciendo que estaba visitando a compañeros en los buques areneros, pero puede leerse como una señal que apunta más arriba.

Es que si bien tiene tintes locales, la interna amaga con federalizarse y a dos años de haber tomado el control de la organización, tras la turbulenta intervención del Gobierno Nacional, Raúl Durdos deberá demostrar su cintura política para poder surfearla.

De hecho las diferencias entre Durdos y Daniel Mereles, su adjunto a nivel nacional, son cada vez más claras y notorias y ya no se esconden. Algunos vaticinan que terminarán en un quiebre inexorable y en una enfrentamiento electoral en los próximos comicios.

En las últimas horas también comenzaron a alzarse las voces de quienes le piden a Durdos que urgentemente salga a mostrar el perjuicio para el gremio y la obra social de la intervención que comandó Jorge Triaca y que dejó una multiplicidad de escándalos económicos y éticos, que derivaron en delitos.

Según pudo saber InfoGremiales, Durdos ya encargó una minuciosa auditoria de la gestión de la Obra Social sindical para reconstruir lo ocurrido en los años de intervención. En ese proceso, todavía en desarrollo, ya se han detectado graves irregularidades que en breve llegarán al ámbito judicial.