Horticultores hablan de 2 mil empleos en peligro

“El Estado tendría que ayudar con subsidios o algo para que los productores no sigan despidiendo trabajadores, tenemos serios problemas en el cinturón hortícola platense; en Mar del Plata, en Villarino, con el tema de la papa, en Bahía Blanca, en Pilar, en Escobar, donde están dejando sin trabajo a mucha gente, debido a la caída en las ventas», expresó Gustavo Arreseygor, secretario general del Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios a Télam.

El sindicalista informó que ayer mantuvo una reunión en el ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, y allí el gremio pidió a las autoridades del organismo que “resguarden los puestos de trabajo”.

“Nosotros tenemos esperanzas de encontrar alguna solución, la semana que viene nos vamos a reunir nuevamente, van a estar las cámaras que agrupan al sector y también funcionarios del ministerio de Agroindustria”, resaltó.

Indicó que “se están cayendo las fuentes de trabajo, porque los productores están enviado telegramas de despido a los trabajadores ya que no tienen demasiadas ventas, porque la gente no está consumiendo verduras, y a eso se le suma el alto costo de los impuestos, la suba de combustibles, y el incremento en la tarifa del servicio eléctrico”.

“Si esto sigue así, la producción de tomate, entre otras hortalizas como el morrón, en diciembre van a valer 200 pesos el kilo”, expresó, tras lo cual resaltó que “en el cinturón hortícola de La Plata muchas familias de origen boliviano están regresando a su país ya que algunos arriendan campos y los alquileres subieron muchísimo, además tienen que afrontar costos de transporte de la mercadería hacia los centros de consumo”.

“En todo el cordón productivo de la provincia de Buenos Aires tenemos problemas, hay 2.000 puestos de trabajo que se están perdiendo, se retrajo el consumo, por lo que estamos en una situación grave”, expresó.

“Nosotros lo que estamos pidiendo al ministerio de Trabajo bonaerense es que se sostengan, de alguna forma, esos puestos de trabajo, por lo menos durante seis meses, hasta la próxima cosecha, donde el productor puede volver a vender“, afirmó.