Guerra fría por el langostino: hay diálogo pero los marineros sospechan un lock out empresarial

En el marco de la conciliación obligatoria que dictó el martes el Ministerio de Trabajo, ambas partes y representantes de la cartera laboral mantuvieron ayer un encuentro por videoconferencia para comenzar a avanzar en la resolución del conflicto.

Tras este encuentro, se decidió pasar a un cuarto intermedio y fijar una nueva audiencia para hoy a las 11:00, de manera presencial, en la sede del Ministerio de Agricultura.

Para el gremio el núcleo de éste conflicto fue que las empresas pedían para sacar los barcos a pescar, una quita del 40% de lo generado en la producción, aduciendo que la pandemia había hecho mermar significativamente el consumo.

Desde el SOMU dejaron trascender que «existe mucha desconfianza por parte de los trabajadores porque, formalmente, las Cámaras han firmado la Conciliación, pero no ha habido una sola señal que diga que van a sacar los barcos a pescar».

Por ello pidieron «que saquen los barcos al mar para trabajar sin ningún tipo de coacción».

Por su parte, las cámaras CAPeCA, CAPIP y CEPA remarcaron que acataron la conciliación dictada por Trabajo. Antes habían especificado que su propuesta «garantiza que el ingreso variable del trabajador pesquero siga atado al dólar» y pero que pretenden discutir «que sea a un valor del langostino más en sintonía a los precios del mercado internacional».

Hasta que se dictó la conciliación, el SOMU venía realizando una huelga general desde el lunes 6, en rechazo a «las reducciones salariales y la eliminación de convenios».

Además de mantener el paro, el gremio de marineros bloqueó en el distrito las plantas, lo que provocó la pérdida de toneladas de langostinos.

En Chubut, la conciliación desactivó los piquetes que impedían el acceso de langostinos a las procesadoras de Puerto Madryn, aunque la seccional mantiene su alerta y movilización.