Empleados tomarán el control de Visteon

En días en que el el sector autopartista argentino vive un clima de ebullición se buscan distintas alternativas para no perder los puestos de trabajo. Hace unas semanas la estadounidense Visteon había decidido dejar sus operaciones y cerrar su planta de Quilmes. Con una intervención del municipio y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se logró la reincorporación de los 240 trabajadores por el lapso de 90 días y luego una salida drástica. Los empleados se quedarán con la empresa para gestionarla

Luego de una serie de reuniones encabezadas por el ministro Carlos Tomada en la sede de la cartera laboral, junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi, entre representantes de Visteon, Francisco Gutiérrez –intendente de Quilmes– y Antonio Caló –secretario General de la CGT y de la UOM–, se llegó a un acuerdo que, primero, dejó sin efecto los despidos de los trabajadores de la autopartista y luego se promovió la autogestión.

A tal efecto, el acuerdo en el marco del Procedimiento Preventivo de Crisis incluye que la empresa multinacional, que se retirará del país, ceda todos los bienes (muebles e inmueble) a través de una donación sin cargo, para que a través de la UOM y del municipio se implementen las acciones para el uso de esos bienes en favor de los trabajadores metalúrgicos y la comunidad de Quilmes.

En ese sentido, la idea es desarrollar un nuevo emprendimiento industrial donde pudieran encontrar trabajo quienes fueran despedidos y a su vez se constituir un ámbito para la formación y la capacitación laboral de esos y otros trabajadores del sector. Visteon producía climatizadores y condensadores de aire acondicionado.

Por otra parte, la empresa se compromete a indemnizar a toda su planta con un recargo del 50% sobre la indemnización normal de la Ley de Contrato de Trabajo.

“Ha sido un acuerdo trabajoso pero muy satisfactorio. Tanto el gremio, como el municipio de Quilmes, el Ministerio de Producción y el de Trabajo hemos buscado una solución que al principio parecía muy lejana. La empresa finalmente entendió que la prioridad son los trabajadores. Y que esto es lo que viene ocurriendo en el país en estos años que Argentina ya no es más el país del ‘cierro y me voy’. Que hay una responsabilidad social que cumplir y que esto es lo que hemos exigido y que los empresarios entendieron que era legítimo”, señaló Tomada.