Empezaron los garrochazos y De Manuele busca pasar del ala protectora de Sica a la de Alberto Fernández

La noticia estalló en los celulares ayer por la tarde y todos salieron corriendo a acelerar el lobby. Entre tantas versiones y rumores que corren por estos días, se dio por hecho que Alberto Fernández ya había elegido el próximo ministro de Trabajo y todos empezaron a marcar el número frenéticamente.

El hombre ungido para el cargo sería un ex alto funcionario de la AFIP, Claudio Moroni, de muy buena llegada al presidente electo y con algo de injerencia en el mundo del trabajo.

El que picó en punta entre los que apenas se enteraron de la novedad fue el abogado de sindicatos Abel Nicolás De Manuele. El letrado aprovechó su relación con uno de los gremios del organismo de recaudación para tender puentes, acercar posiciones y ofrecer sus servicios como futuro secretario de Trabajo.

De Manuele, un radical de pura cepa, es conocido en el mundo sindical por su rol de abogado del líder de la UTA Roberto Fernández, un amarillo puro, y por haber integrado el cuerpo de asesores del saliente ministro de Producción y Trabajo Dante Sica.

El laboralista, socio de Julio Cesar Simon en algunos temas claves, compartió con este último la conformación del cuerpo «reformista» de Sica cuando Cambiemos tomó la decisión de implementar la reforma laboral, que luego quedó trunca por la conflictividad laboral, gremial y social.

Ahora De Manuele parece seguir el recorrido de varios actores del mundo sindical que suelen vivir de los garrochazos y ser oficialistas eternos. Por ello abandona el macrismo e intenta un acercamiento de urgencia, a pesar de haber sido un férreo militante anti K todos estos años.