El próximo martes 16 de junio en diferentes puntos del país, y en simultáneo, se realizará una jornada de lucha de trabajadores ocupados y desocupados encabeza por la Coordinadora Sindical Clasista. Bajo la consigna «Sin salario, trabajo, salud y alimentos no hay cuarenta», y contra el acuerdo de la CGT y la UIA, el sindicalismo de izquierda promete tomar las calles «junto a las luchas que hoy se están desarrollando contra el hambre y la desocupación».
«La jornada, de acuerdo a la situación de la cuarentena en los distintos lugares, comprenderá movilizaciones, actos y radios abiertas. En el caso del Amba, con un cuidado riguroso del distanciamiento social, las distintas columnas de sindicatos, seccionales, comisiones internas y cuerpos de delegados junto al bloque de organizaciones piqueteras independientes y delegaciones de las distintas luchas, concentraremos en el Obelisco para marchar hacia Plaza de Mayo», señala el comunicado de prensa con la firma de Ileana Celotto, dirigente de la AGD UBA.
Celotto explicó que representan a «quienes enfrentan las ofensivas patronales o el ajuste flexibilizador del gobierno nacional, gobernadores, intendentes o municipios, que, montados en la cuarentena y avalados por el pacto UIA, CGT y Gobierno ? que acaba de prorrogarse- avanzan en la aplicación de la reforma laboral por sector».
La jornada nacional del 16 fue aprobada en un plenario nacional virtual del espacio realizado hace 15 días, «que permitió, en boca de sus protagonistas, dar cuenta de conjunto del grado de ataque al salario, con rebajas aducidas en la cuarentena, por suspensiones avaladas por la entrega de las burocracias sindicales, o directamente por la anulación de conquistas paritarias ? docentes universitarios- y anulación de las futuras ? estatales nacionales-«.
«Por eso el 16 no sólo será una jornada en defensa de nuestros derechos, de nuestras conquistas, sino que saldremos con un programa de salida para los trabajadores», agrega Celotto.
«Nos convocamos en defensa de nuestra salud, de nuestros salarios y jubilaciones, contra la desocupación y precarización, exigiendo el no pago de la deuda externa, un impuesto progresivo a las grandes rentas y fortunas, la nacionalización de la banca, el comercio exterior, los recursos naturales y el sistema de salud, para que se terminen la fuga de capitales, las ganancias de la banca, de pulpos energéticos y de la salud. Un programa ante la crisis que distingue al clasismo».
