El entrismo macrista para tratar de quedarse con la CGT a costa de Moyano

Gerónimo «Momo» Venegas fue el sindicalista que más fuerte jugó sus fichas por Mauricio Macri el año pasado. Incluso cuando nadie preveía que el por entonces Jefe de Gobierno porteño pudiera quedarse con los comicios presidenciales, el titular de la UATRE puso su abultada caja sindical a disposición y también su módica fuerza política FE en el armado de Cambiemos a nivel nacional.

Tanto se jugó Venegas que hasta logró acercarle al propio Hugo Moyano a Macri con la excusa de inaugurar un monumento a Perón, y consiguió que se sacaran algunas fotos y se tiraran flores en público.

Esa jugada, que por entonces parecía disparatada, terminó siendo un pleno para el titular de los peones rurales. Venegas se convirtió en una especie de «pata peronista» del PRO y resultó el hombre de confianza del macrismo en el plano sindical.

Con la victoria consumada y con el «Momo» ya dispuesto a cobrar su apuesta, se quedó con el Renatea (un multimillonario manejo de recursos) y le dieron espacios de poder para sus hombres en varios organismos de la Provincia de Buenos Aires. Pero eso no es todo. Ahora va por la CGT y para eso intenta coparle la estructura a Moyano.

Desde hace tiempo las vaciadas «62 organizaciones peronistas» cayeron en manos de Venegas, el único que pareció querer quedarse con ellas para incorporarlas a las filas de Azopardo. Aunque era un estructura claramente vaciada y sin funcionamiento en la práctica, al calor del poder en los últimos meses se fue revitalizando con un conductor envalentonado por los vientos políticos que corren. Desde allí lanza, ahora, su ofensiva por la central. Aunque parece una movida condenada al fracaso por lo ambiciosa.

Según pudo saber InfoGremiales, la semana pasada el «Momo» juntó un grupo de referentes de organizaciones sindicales (unas 50 y con escaso poder de fuego) y ahí blanqueó su decisión de ir por la CGT unificada. El encuentro se realizó en la sede de la escuela Política Sindical Lorenzo Miguel, una especie de think tank del peón rural.

El primer paso delineado del plan para quedarse con la titularidad de la central obrera en soledad era copar la cúpula de la transición de la CGT Azopardo, ante la inminente de salida de Hugo Moyano. Para ello el ruralista había designado a Miguel Angel García y Hugo Palacios, en un grupo de cinco dirigentes que conformarían una lista que le quite poder al Presidente de Independiente.

Una vez conocido el plan Venegas, el camionero resolvió posponer su salida hasta el 22 de agosto, día en que se realizará el Congreso de unidad, y reforzar la idea de un triunvirato para obturar la posibilidad que el macrismo utilizara su estructura como trampolín para la política sindical.

Para sepultar el plan macrista, el moyanismo pergeña un contragolpe además. No sólo buscará designar a un hombre del riñón del camionero como su representante para la conducción colegiada futura, sino que también intentará debilitar el rol de Venegas en las 62 organizaciones con un armado propio que le haga contrapeso.

La jugada política del moyanismo, constantemente al filo del apoyo a Cambiemos en el último año para oponerse al kirchnerismo, redundó en un entrismo que casi la termina pagando muy caro.